Nueva York, Estados Unidos.
La Administración de Donald Trump intensifica sus esfuerzos para evitar el ingreso de inmigrantes indocumentados a su territorio con el despliegue de otros mil militares en el borde limítrofe de Texas y Arizona con México.
El gobernador texano Greg Abbott anunció ayer que enviará 1,000 soldados más a la frontera, que forman parte de un despliegue de 4,000 elementos que Trump pretende desplegar de Texas a California pasando por Nuevo México y Arizona, los cuatro estados fronterizos con México.
Abbott explicó que las unidades desplegadas en zonas de peligro irán con el equipamiento “necesario” para realizar “el mejor trabajo posible”, incluidas armas.
Ayer, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, también envió 225 miembros de la Guardia Nacional del Estado a la frontera para apoyar la militarización, en un primer despliegue que aumentará este martes, aunque con una cifra sin revelar.
La militarización de la frontera ha causado temor y confusión entre los inmigrantes que buscan cruzar el desierto de Arizona, según informaron organizaciones de ayuda. La caravana de migrantes llegó ayer a la capital mexicana.
La Administración de Donald Trump intensifica sus esfuerzos para evitar el ingreso de inmigrantes indocumentados a su territorio con el despliegue de otros mil militares en el borde limítrofe de Texas y Arizona con México.
El gobernador texano Greg Abbott anunció ayer que enviará 1,000 soldados más a la frontera, que forman parte de un despliegue de 4,000 elementos que Trump pretende desplegar de Texas a California pasando por Nuevo México y Arizona, los cuatro estados fronterizos con México.
Abbott explicó que las unidades desplegadas en zonas de peligro irán con el equipamiento “necesario” para realizar “el mejor trabajo posible”, incluidas armas.
Ayer, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, también envió 225 miembros de la Guardia Nacional del Estado a la frontera para apoyar la militarización, en un primer despliegue que aumentará este martes, aunque con una cifra sin revelar.
La militarización de la frontera ha causado temor y confusión entre los inmigrantes que buscan cruzar el desierto de Arizona, según informaron organizaciones de ayuda.
Gilda Esquer, directora del albergue para inmigrantes San Juan Bosco, dijo que los inmigrantes han recibido como una “balde de agua fría” la noticia del envío de la Guardia Nacional.
“Hay algunos que están considerando quedarse en México y ver si pueden encontrar empleo, otros inclusive están pensando en volver a sus países”, añadió.
Carlos Menjívar, un inmigrante hondureño que tiene cuatro días esperando cruzar la frontera de manera ilegal, junto con su sobrino, dijo que espera hacerlo antes de que lleguen los soldados y está preocupado de encontrarse con ellos en su trayecto.
“Somos gente de paz, no portamos armas, nunca le hemos hecho daño a nadie, ellos (los soldados) están entrenados para la guerra, pero nosotros no queremos hacer daño a nadie”, aseguró.
Según datos que se dieron a conocer esta semana por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el número de detenciones de inmigrantes en la frontera con México se incrementó más de un 200% en marzo respecto al mismo mes del año anterior.
Precisamente, el Gobierno vinculó la decisión de enviar la Guardia Nacional a la frontera con el reciente aumento en las aprehensiones de indocumentados y tras el avance de una caravana de migrantes por México.
Dicha caravana llegó ayer a su destino, Ciudad de México, punto desde el cual los más de mil migrantes participantes decidirán, a título individual, si continúan su camino hacia EUA.
Estas personas, en su mayoría provenientes de Honduras, recibieron visas humanitarias o permisos de tránsito en México.
