Ciudad de México, México.
La caravana de migrantes llegó ayer al Senado mexicano, los centroamericanos expusieron la problemática que enfrentan al transitar por México y pidieron un marco legislativo que otorgue protección a los que viajan buscando el sueño americano.
En las intervenciones de los migrantes que representaron a Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, relataron la serie de atropellos que sufren al cruzar por México y porqué cada uno de ellos se veían obligados a abandonar sus países.
“Diálogo y más diálogo es el sentido de esta caravana. No tiene sentido la confrontación, no desafiar a nadie. Queremos abrir corazones, abrir puertas para que la situación que viven los hermanos centroamericanos cambie”, expuso Alejandro Solalinde, sacerdote que ha acompañado a los indocumentados en toda la caravana.
Los migrantes fueron recibos por los senadores Mariana Gómez del Campo, del Partido Acción Nacional (PAN) y Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe; y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Dolores Padierna y Zoe Robledo, quienes por casi tres horas hablaron con los integrantes de la caravana, los cuales pidieron libre tránsito por México.
La reunión
La caravana de migrantes que partió de Ixtepec, Oaxaca el 1 de junio, ayer lograban otro de sus objetivos, ser escuchados por los senadores mexicanos. Los centroamericanos se quejaron de la apatía del poder Ejecutivo en México ante la falta de sensibilidad al problema migratorio. Cada uno de los migrantes que hicieron uso de la palabra coincidieron en que las políticas de migración actuales, llevan a México a enfrentar el fenómeno de la migración como un asunto de seguridad, más que como un asunto vinculado a los derechos humanos.
“Salimos por hambre de nuestros países, no salimos por molestar, solo queremos darles de comer a nuestros hijos y porque no hay oportunidades en nuestros países. Salimos por la violencia y nadie hace nada por nosotros, ante la indiferencias de nuestros Gobiernos no nos queda más que pedirles su ayuda. No queremos darles lástima”, dijo un hondureño integrante de la caravana.
En los relatos de los migrantes hay una huella de dolor, no solo por lo que les ha tocado enfrentar, sino por la falta de respuestas de las autoridades de sus países que han visto el problema de la migración con indiferencia.
“A que vino Porfirio “Pepe” Lobo a México ( Expresidente de Honduras), a él nunca le interesó el pueblo migrante. Me fastidia y me enoja porque el pueblo se está muriendo de hambre.
Cuando nos secuestran piensan que sólo nos hacen daño a nosotros, pero el daño también va a nuestras familias. Yo fuí secuestrado y me dieron 26 machetazos”, expresó otro hondureño en su intervención.
Como los hondureños los salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses también hicieron sentir su voz, una voz llena de atropellos no solo de las bandas organizadas, sino también de las propias autoridades migratorias que les salen al paso. “Los que están pidieron libre tránsito somos personas del más bajo rango, son los pobres, son los migrantes. No tenemos ninguna representación oficial, por eso a nosotros nos duele mucho esta situación”, consideró Alejandro Solalinde.
Acuerdos
Después de escuchar a cada uno de los centroamericanos que expusieron la dura realidad que enfrentan en su paso por México, los Senadores acordaron solicitar un diálogo con quienes suscribieron la nueva Ley de Migración. Buscan que los puntos que fueron expuestos en ese documento sean analizados y discutidos en el pleno del Senado. “Buscamos que su tránsito no sea la pesadilla mexicana, como la llaman ustedes. Vamos a analizar la nueva ley, porque el primer derecho que ustedes tienen es el respeto a sus derechos humanos”, dijo la senadora del PAN Mariana Gómez del Campo.
La agenda de la caravana continuará y se tiene programada una reunión en la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Para el martes a las 11:00 am, los migrantes junto al Padre Solalinde, brindarán una conferencia de prensa en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro-juárez.