05/12/2025
09:15 PM

Mexicanos, a elegir a su primera presidenta

Sheinbaum, de 61 años, es una física e ingeniera ambiental reconocida por sus investigaciones científicas y sus políticas de eficiencia energética. Gálvez se muestra orgullosa de su descendencia indígena, es una empresaria exitosa, de carácter desparpajado y hablar coloquial

Ciudad de México, México.

México, país de fuerte tradición machista se prepara para tener a su primera presidenta mujer.

Cualquiera de las dos aspirantes con más posibilidades de alzarse con el triunfo que la hará sucesoras de Andrés Manuel López Obrador será la décimo quinta mujer en ostentar la presidencia de su país en el mundo, en la actualidad.

Arropada por la popularidad del mandatario saliente, la candidata de izquierda Claudia Sheinbaum, de 61 años, es la favorita para gobernar hasta 2030 el mayor país hispanohablante y segunda economía latinoamericana después de Brasil.

México va a elecciones con 24 candidatos asesinados y 553 protegidos

Los comicios del 2 de junio, los más grandes en la historia de México, están llamados a las urnas más de 98 millones de ciudadanos para renovar más de 20.700 cargos, incluida la presidencia, los 500 escaños de la Cámara de Diputados y los 128 del Senado, así como nueve gobiernos estatales.

Física y exalcaldesa de Ciudad de México (2018-2023) de origen judío, Sheinbaum aventaja en la intención de voto a su rival de centroderecha Xóchitl Gálvez, senadora y empresaria de raíces indígenas, también de 61 años.

Un promedio de las principales encuestas, realizado por la firma Oraculus, otorga a Sheinbaum 55% de los apoyos frente a 33% de Gálvez.

“Es un gran cambio”, dijo Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Universidad George Mason en Estados Unidos, sobre la inminente llegada de una mujer al poder en este país de fuerte tradición machista. “Será una inspiración para las mujeres en todos los sectores”, añadió.

En tercer lugar está Jorge Álvarez Máynez (12%), exdiputado centrista de 38 años, que retomó actividades el sábado tras la reciente muerte de nueve personas al colapsar un escenario durante uno de sus mítines.

Enfoques distintos. Sheinbaum, a quien su entorno define como una mujer de temple y disciplina, basó su campaña en la promesa de dar continuidad al proyecto de López Obrador, primer presidente de izquierda de México cuya aprobación ronda 66%. En México no hay reelección.

“Será un orgullo” ser la primera presidenta de México, dice Sheinbaum

Durante sus seis años de gobierno, 8.9 millones de personas salieron de la pobreza, situación en que aún vive más de un tercio de la población, según cifras oficiales.

“Voy a votar por Claudia porque con ella habrá educación, becas. Nos fue bien con el actual gobierno”, dice Ricardo Escobar, quien a sus 20 años, sin empleo formal, votará por primera vez en Atlacomulco (estado de México, centro).

Por su parte, Gálvez, nacida en un hogar humilde y que llegó a convertirse en una exitosa empresaria del sector tecnológico, centró su discurso en la recuperación de la seguridad, talón de Aquiles de AMLO (iniciales del presidente), al que acusa de tolerancia con los cárteles del narcotráfico.

“Una de las cosas que más nos afectan a los jóvenes es el trabajo y obviamente la inseguridad”, sostiene Fátima González, comerciante de 20 años de Atlacomulco, quien votará por Xóchitl, a quien admira por su “autenticidad”.

Gálvez es apoyada por una coalición de los partidos tradicionales PRI (que gobernó durante siete décadas hasta 2000), PAN y PRD.

México está atrapado en una espiral de violencia desde que en 2006 se lanzó una ofensiva militar contra los cárteles, que obtienen millonarios ingresos por el tráfico de drogas sintéticas al vecino Estados Unidos, donde se abastecen de armas. Las mujeres también son golpeadas por la violencia: según datos gubernamentales hubo 852 feminicidios el año pasado.

Suspenso

Si una victoria de Sheinbaum ofrece pocas dudas, la nueva composición del Congreso es incierta.

El partido oficialista Morena busca ampliar la mayoría simple que tiene en ambas cámaras para aprobar una serie de propuestas de AMLO, apoyadas por Sheinbaum, como la reforma de la justicia, que la oposición tilda de dictatorial.

Aduciendo que el poder judicial está al servicio de intereses privados, él plantea elegir a los magistrados de la Suprema Corte por voto popular y reducir su número. También propone recortar el tamaño del órgano electoral.

La ingeniera que vendió gelatinas

Xóchitl Gálvez encarna una historia de superación: la de una niña de origen indígena que vendió gelatinas para sortear la pobreza, se convirtió en una empresaria exitosa y ahora es la carta de la oposición para gobernar México.

“En un camión como este me fui del pueblo para buscar suerte” en la capital, recuerda la política de centroderecha en un video de campaña, en el que viste uno de sus coloridos huipiles, la blusa tradicional indígena. Nacida hace 61 años en Tepatepec, comunidad rural del estado de Hidalgo (centro), su infancia estuvo marcada por la violencia intrafamiliar, con un padre alcohólico, según cuentan ella y familiares. Los allegados a Gálvez reconocen la poca popularidad de la candidata en Tepatepec, donde hay más propaganda electoral de su rival de izquierda, Claudia Sheinbaum.

A la “guereja”, como la llamaban por su piel clara, la recuerdan poco juguetona y muy estudiosa. En la época, Tepatepec solo tenía primaria, por lo que Gálvez tuvo que recorrer largas distancias para seguir estudiando. De carácter desparpajado y hablar coloquial, ahora se contiene.

“También debía haber una Xóchitl seria, la gente no quiere una presidenta que diga malas palabras”, se justificó ante periodistas. Con punzantes ataques contra Sheinbaum, a la que puso remoquetes como “dama de hielo” y “narcocandidata”, acaparó reflectores en los debates presidenciales. Eso no la ayudó a repuntar en los sondeos, que la muestran 20 puntos porcentuales por detrás de su rival.

“Mientras tú a los diez años bailabas ballet, yo tenía que trabajar”, lanzó a Sheinbaum.

Científica apodada la “dama de hielo”

Sobria e impasible, Claudia Sheinbaum, una científica brillante a la cual su rival llama “dama de hielo”, busca convertirse en la primera presidenta de un México machista, de tragedias y pasiones.

Tanto en su militancia estudiantil en los años 1980, como en su primer cargo público como secretaria de Medio Ambiente de Ciudad de México (2000-2006), proyectaba seriedad y enfoque. De rostro imperturbable, rara vez sonreía. Hace falta revisar viejas fotos y películas familiares para verla divertida en sus juegos infantiles, o ya adolescente sonriendo coquetamente para la cámara.

“Claudia es una mujer, madre, hoy abuela, científica”, dice la candidata de 61 años en un reciente documental biográfico y enlista inmediatamente sus títulos académicos y cargos.

Sheinbaum hizo un doctorado en ingeniería ambiental en la Unam, para el cual investigó cuatro años en Estados Unidos, y fue parte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC) que ganó un Premio Nobel de la Paz en 2007.Es madre de Mariana, de 36 años.

Su madre, Annie Pardo, reputada bióloga, fue expulsada como profesora universitaria por denunciar la matanza de estudiantes de 1968 en la plaza Tlatelolco.

Compartió en noviembre de 2023 la noticia de su casamiento en segundas nupcias con Jesús Tarriba, su amor de la universidad con quien se reencontró vía Facebook en 2016.Temple y discreción han marcado la actuación de Sheinbaum, cuyos abuelos llegaron a México desde Bulgaria y Lituania huyendo de la Segunda Guerra Mundial.