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Los 'gringos” Chavistas que defienden la embajada de Venezuela en Washington

  • 27 abril 2019 /

El grupo se planta para no dejar entrar a la legación a Carlos Vecchio, enviado de Juan Guaidó.

    Washington, Estados Unidos.

    Los últimos diplomáticos en Washington fieles al presidente venezolano, Nicolás Maduro, abandonaron el miércoles la embajada de ese país en la capital estadounidense, pero en su interior quedan un centenar de chavistas erigidos en “colectivo” que la defienden de los enviados del líder opositor Juan Guaidó.

    Por su fachada, la embajada tiene un aspecto más parecido al de una casa okupa que al de un edificio diplomático, con enormes pancartas hechas a mano que cuelgan del tejado y que rezan “no a la guerra por petróleo”, “stop al golpe”, “paz” o “no a las sanciones letales”. Otra, con la característica mirada del fallecido presidente Hugo Chávez, observa a los agentes del Servicio Secreto de EEUU que hacen guardia en el exterior del edificio, ubicado en el acomodado barrio de Georgetown.

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    El Gobierno de Donald Trump había puesto el 25 de abril como fecha límite a los diplomáticos de Maduro para que se fueran, pero antes de hacerlo y conocedores de las intenciones de los enviados de Guaidó de tomar el control de la embajada con el apoyo de EEUU, ofrecieron las llaves del edificio a un grupo de chavistas locales.

    Pero, ¿qué es el “Colectivo de Protección de la Embajada” y qué busca? Medea Benjamin, vocero del grupo, explicó que “un grupo de ciudadanos estadounidenses, molestos por el intento de derrocar al gobierno de Venezuela orquestado por EEUU, lo estableció para evitar que la embajada caiga en manos de la oposición que no ha sido electa”, explicó al diario Miami Herald.

    El colectivo estaba conformado inicialmente por miembros de dos movimientos de base estadounidenses: Codepink (Código Rosa) y Popular Resistance (Resistencia Popular).

    Codepink, liderado por Benjamin, es una organización de mujeres fundada en 2002 con motivo de la guerra de Irak.

    Los activistas han invitado a otros grupos para que los apoyen.

    -Rumores de desalojo- Desde el interior de la embajada, Linda Helland explicó que se tomó una semana de vacaciones y viajó a Washington desde San Francisco (California) para prevenir “una toma ilegal de la embajada y sobre todo prevenir un golpe ilegal contra el Gobierno electo de Venezuela”.

    “Esto se parece al inicio de septiembre de 1973, justo antes del golpe patrocinado por EEUU en Chile (contra Salvador Allende) que llevó a una masacre, solo que entonces tenía cinco años y no pude hacer nada”, dijo Helland.

    A los allí reunidos los recibió el viceministro de Venezuela para América del Norte, Carlos Ron, que grabó un video para la ocasión en el que lamentó no poder acompañarlos en Washington pero les animó a permanecer durante muchos días en la embajada.

    Sí estuvo una de las abogadas del “colectivo de protección”, Mara Verheyden-Hilliard, que trató de tranquilizar a los asistentes citando el derecho internacional ante los rumores que circulan de que las autoridades estadounidenses desalojaran el edificio y arrestaran a los que se resistan.

    Todo el mundo que está aquí, está aquí legalmente invitado por las personas legalmente a cargo de este edificio, propiedad del Gobierno de Venezuela”, dijo Verheyden-Hilliard, que también amenazó con interponer demandas contra cualquier agente que “ordene o ejecute desalojos o arrestos ilegales”.

    Rodeada de cuadros de Chávez que cuelgan de las paredes, Margaret Flowers, una de las activistas, explicó que está preparada para resistir: “No nos vamos, si nos dicen que nos vayamos, no nos vamos”.

    -No entrada para Vecchio- A mediados de marzo, el enviado de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, reconocido por el Gobierno de Donald Trump como legítimo embajador de Venezuela en EEUU, hizo públicas sus intenciones de hacerse con el control de la embajada.

    Lo hizo después de ocupar con el visto bueno de EEUU tres edificios diplomáticos venezolanos: dos agregadurías militares en Washington y el consulado en Nueva York. “Vecchio no podría tomarse ni un McDonald’s sin Trump”, bromeó Medea Benjamin, quien afirmó que los ojos de un “Chávez sonriente” están puestos sobre la embajada.

    Los chavistas del “colectivo de protección” no saben si realmente las autoridades los desalojaran o si Vecchio tratará de tomar el control del edificio, pero sí son conscientes de cualquier escenario.

    El representante especial de EEUU para Venezuela Elliot Abrams dijo que corresponde al representante de Guaidó decidir el momento de la salida de los activistas. Abrams indicó que es un “territorio soberano venezolano” y dijo que los activistas, que ocupan el edificio con la anuencia de los diplomáticos del gobierno de Maduro, “tienen que irse”.