Lima, Perú
Juan Andrés Sánchez no conoce la lluvia. A sus 23 años trabaja en un hotel del distrito San Isidro de Lima y no ha tenido la oportunidad de ver una tormenta. En Lima no llueve desde hace más de 30 años, solo chispea o garúa, como dicen los locales.
El año pasado debido al fenómeno del Niño Costero y las lluvias estacionales en los Andes al menos seis ríos se desbordaron y la capital peruana fue afectada, pero a pesar del megadesastre ocasionado por los ríos, nunca llovió. A los lugareños no les preocupa que no llueva, su clima, y más en el invierno, hace tan agradable vivir en Lima.
“Aunque a veces el sol es el que causa daño”, dice Félix, taxista de un Uber. Juan Andrés solo ha visto los rayos por televisión. “Cuando el terremoto de 2007 se vieron iluminaciones así, cerca de la sierra, imagino que así deben ser los rayos”, agrega mientras disfruta un partido entre el Alianza y Universitario, el “clásico de clásicos”. Es de noche y el cielo despejado permite observar las estrellas, pero minutos después está nublado.
Gastronomía
Así pasa en el día, amanece con un cielo perfectamente azul y un sol resplandeciente que se refleja en el océano Pacífico, pero luego el día se torna gris como queriendo llover, pero no pasa y más si es verano. En invierno los días son totalmente grises. Sin embargo, lo que más impacta a los turistas es que aún con la ausencia de lluvias y sus enormes edificios verticales, Lima es verde.
La grama de las medianas de los bulevares y sus atractivos y ecológicos parques lucen tan verdes que imposible creer que no llueva, sin embargo, todo se debe al océano. Por la noche todo lo verde está húmedo, es el mar. “Acá no llueve, a veces hay gotas, pero eso no es lluvia”, dice por su parte Alexis Rodríguez, un taxista que resalta que Lima no solo es famosa por que no llueve sino por su gastronomía.
Vista panorámica de un parque de Miguel Grau en el distrito de Miraflores de Lima.
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Explicación
Lima posee una temperatura promedio anual de 18 a 19 grados centígrados. El verano, que es de diciembre a abril, tiene temperaturas que van desde los 29 a 30 en el día hasta los 21 a 22 grados en las noches. El invierno, de junio a septiembre, las temperaturas varían entre los 19 grados en el día y 12 grados por la noche. Según un artículo del Instituto Geofísico del Perú, en el caso de la costa de ese país, hay normalmente una condición que no permite el crecimiento de nubes tipo “cumulonimbo”, que son las que provocan las lluvias. Si bien lo típico es que la temperatura disminuya con la altitud, en la costa peruana es común una “inversión de temperatura”, que consiste en una capa donde más bien la temperatura aumenta abruptamente en lugar de disminuir lo cual hace que la atmósfera sea tremendamente “estable”.
Esta inversión ocurre a lo largo de la costa a una altura de aproximadamente 700-1,000 metros sobre el nivel del mar. Raros son los lugares en el mundo que muestran una inversión tan pronunciada, donde el salto en las temperaturas en la capa de inversión puede llegar hasta 15 grados centígrados.
Después de El Cairo, en Egipto, Lima es el sitio más seco del planeta por su escasez de lluvias. Mario Flores, un conductor peruano, dice que a pesar de que no hay precipitaciones casi nunca falta el agua en los hogares. La principal fuente es el río Mantaro, pertenece a la cuenca del río Amazonas. Además existen enormes reservorios de agua que se abastecen de las lluvias que caen, pero en los Andes, no en Lima.
Paseo marítimo de Barranco, Lima, con verdes jardines y flores rojas.
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