Bagdad, Irak
Los socorristas todavía buscan entre los escombros de un mercado de la ciudad iraquí de Jan Bani Saad, un día después de que un suicida matara a por los menos 90 personas haciendo estallar un coche bomba.
Este atentado suicida cometido el viernes por la organización Estado Islámico es uno de los más sangrientos desde que Isis conquistó territorios en Irak hace un año.
El atentado fue perpetrado cuando el país celebra el Eid al Fitr, que marca el final del mes de ayuno del Ramadán.
'Había gente que ardía en sus coches porque ninguna ambulancia ni coche de bomberos conseguía llegar hasta ellos', cuenta Muthana Saadun, un empleado de los servicios de limpieza del ayuntamiento que usó su camión de trabajo para apagar las llamas.
Isis reivindicó el atentado en los foros yihadistas, precisando que el coche contenía tres toneladas de explosivos.
La explosión causó destrozos cuantiosos y dejó en la calle un cráter de cinco metros de ancho y dos de profundidad.
Los musulmanes sunitas comenzaron a celebrar el Eid al Fitr el viernes, pero la comunidad chiita, mayoritaria en Irak, lo hace este sábado. En estas fechas los mercados están a rebosar de gente.
'El balance es ahora de 90 muertos y 120 heridos, y hay entre 17 y 20 desaparecidos', declaró Abas Hadi Saleh, el principal responsable de la localidad de Jan Bani Saad.
'Cada año (durante el Ramadán), hay un ataque con bomba. Nos reprochan que somos chiitas', lamentó Saleh, que afirma que es el peor atentado cometido en la provincia de Diyala desde 2003.
Los socorristas todavía buscan entre los escombros de un mercado de la ciudad iraquí de Jan Bani Saad, un día después de que un suicida matara a por los menos 90 personas haciendo estallar un coche bomba.
Este atentado suicida cometido el viernes por la organización Estado Islámico es uno de los más sangrientos desde que Isis conquistó territorios en Irak hace un año.
El atentado fue perpetrado cuando el país celebra el Eid al Fitr, que marca el final del mes de ayuno del Ramadán.
'Había gente que ardía en sus coches porque ninguna ambulancia ni coche de bomberos conseguía llegar hasta ellos', cuenta Muthana Saadun, un empleado de los servicios de limpieza del ayuntamiento que usó su camión de trabajo para apagar las llamas.
Una anciana llora desesperada viendo los destrozos causados por la bomba.
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Isis reivindicó el atentado en los foros yihadistas, precisando que el coche contenía tres toneladas de explosivos.
La explosión causó destrozos cuantiosos y dejó en la calle un cráter de cinco metros de ancho y dos de profundidad.
Los musulmanes sunitas comenzaron a celebrar el Eid al Fitr el viernes, pero la comunidad chiita, mayoritaria en Irak, lo hace este sábado. En estas fechas los mercados están a rebosar de gente.
'El balance es ahora de 90 muertos y 120 heridos, y hay entre 17 y 20 desaparecidos', declaró Abas Hadi Saleh, el principal responsable de la localidad de Jan Bani Saad.
'Cada año (durante el Ramadán), hay un ataque con bomba. Nos reprochan que somos chiitas', lamentó Saleh, que afirma que es el peor atentado cometido en la provincia de Diyala desde 2003.
El atentado coincidió con el inicio de la celebración del fin del Ramadán.
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