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Joaquim Barbosa asume la Corte Suprema

  • 23 noviembre 2012 /

El nuevo jefe del máximo tribunal de Brasil tiene fama de ser un hombre implacable.

El magistrado Joaquim Barbosa asumió ayer como primer presidente negro del Supremo Tribunal de Justicia de Brasil, una histórica conquista social en un país donde los afrodescendientes son mayoría, pero han sido relegados de los puestos de poder.

Hijo de un albañil y una limpiadora, Barbosa (58) tomó juramento del cargo en la sede del tribunal ante los demás magistrados, la presidenta Dilma Rousseff y altas autoridades del país.
Debo decir “honestamente que hay un gran déficit de justicia entre nosotros. No todos los brasileños son tratados con la misma consideración cuando recurren a la justicia. Lo que se ve aquí es un tratamiento privilegiado”, afirmó Barbosa en su discurso.

Último país del continente en abolir la esclavitud en 1888, Brasil recibió la llegada de Barbosa al máximo cargo del Poder Judicial como un avance en un país donde los afrodescendientes, pese a ser el 52% de la población, están marginados socialmente con respecto a los blancos. Solo 2.2% de los negros o mulatos brasileños accede a la universidad.
Implacable

El nuevo presidente del STF (Supremo Tribunal de Justicia de Brasil) se comprometió a promover “un Poder Judicial ágil, eficaz y efectivo.

Necesitamos hacer efectivo el principio constitucional de la razonable duración del proceso”, declaró.

Acompañado de su familia, Barbosa, quien debido a un problema de caderaacostumbra ofrecer cortos discursos de pie, asumió ante más de 2,000 personas que se congregaron en la sede del tribunal, entre ellas varias figuras negras de la cultura brasileña.

Doctor en Derecho Público de la Sorbonne, Barbosa fue nombrado semanas atrás presidente del STF en reemplazo de Carlos Ayres Britto, quien se jubiló a los 70 años.

Proceso

El nuevo jefe de la corte es el principal protagonista del publicitado juicio que condenó a 25 empresarios y políticos por la compra de votos en el Congreso durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), incluido el exjefe de gabinete José Dirceu. Paradójicamente, Barbosa fue nominado nueve años atrás al STF por el presidente Lula, lo que después de su actuación en el llamado juicio del siglo afianzó su fama de implacable luchador contra la corrupción.