A pesar de ser golpeados por la crisis económica causada por el coronavirus, inmigrantes en EE.UU. no han dejado de enviar dinero a sus países de origen, incluso superando las cifras del año anterior, porque, en algunos casos, representa un seguro para los extranjeros ante la posibilidad de que el presidente Donald Trump sea reelegido.
“El futuro no pinta muy bien, no sabemos que va a pasar en este país, y si nos echan pues hay que tener algo con que vivir en México”, dijo a Efe Luis Rojas, quién vive en Los Ángeles desde hace 18 años.
El inmigrante mexicano envió este lunes a sus padres en Colima, México, 500 dólares, 200 más de lo que está acostumbrado a mandar. “Hay que aprovechar que el cambio está bueno”, explica.
Por cada dólar que el trabajador de la construcción envió le entregarán a sus padres 22,10 pesos mexicanos. El inmigrante se animó a mandar la remesa este lunes tras leer que el dólar amaneció con un repunte en la cotización por primera vez en casi un mes.
“Hay que aprovechar cuando lo están pagando bien”, explica en una muestra de la experiencia que le dejan las casi dos décadas de realizar envíos.
El efecto Trump en las remesas
Rojas explica que sus padres utilizan unos 250 dólares para sus gastos, y le guardan el resto.“Quiero tener ahorros en México porque no se sabe, mucha de la gente que yo conozco está haciendo los mismo”, insiste el mexicano, de 38 años, que no quiso revelar su estatus migratorio.
Diana Bustamante, de 25 años, y oriunda de Chiapas, México, coincide con la apreciación de Rojas. La joven asegura que el “racismo' que se vive en Estados Unidos impulsa a que los inmigrantes envíen más dinero.
México experimentó un aumento del 10,1% del envío de remesas entre enero y julio del 2020, con respecto al 2019. En los primero seis meses de este año los inmigrantes enviaron más de 22.821 millones de dólares, un montó superior a los 20.744,68 millones de dólares de un año atrás, según datos del Banco de México (Banxico).
La remesa promedio en el lapso de enero a julio fue de 337 dólares, 4,33 % mayor que en el mismo lapso de 2019 -cuando fue de 323 dólares-, y el número de operaciones pasó de 64,14 a 67,64 millones.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pronosticó que la cifra ingresada en remesas este año supondrá un nuevo récord y alcanzará los 40.000 millones de dólares.
El virus que no pudo con las remesas
Bustamante, que prefiere echar mano de las aplicaciones para enviar sus remesas, contó a Efe que aunque tuvo que parar de trabajar en un restaurante de Los Ángeles por la pandemia no ha dejado de enviarle dinero a su abuela, Carmen Herrera.“Por unos meses no pude mandar lo de siempre pero mandé para comprar despensa y pagar la luz y el gas”, aclaró la joven, que fue criada por su abuela después de que su mamá emigró cuando ella tenía apenas 3 años.
Para la inmigrante, la salud y el bienestar de su abuela está dentro de sus prioridades.
Bustamante indicó que se está preparando para enviar más dinero para el mes de diciembre.
“Para Navidad siempre envío más, y yo espero que la situación económica se recupere, ya me están dando más horas (de trabajo)”, agrega.
El propósito de Bustamante para fin de año lo comparte Rojas, un pequeño indicador de que las proyecciones de López Obrador podrían cumplirse.
Al ser una inmigrante legal, Bustamante logró recibir los estímulos económicos dados por el Gobierno Federal para contrarrestar el golpe al bolsillo de trabajadores afectados por la pandemia.
Precisamente el Banco de México advirtió que las ayudas y la reactivación del trabajo en estados como California y Texas, donde se encuentran el mayor número de inmigrantes mexicanos, hacen parte de los factores en el aumento de remesas que recibe el país.
Las remesas de la contradicción
Pero no todos los inmigrantes han regresado a trabajar ni han recibido estímulos.Jairo, un salvadoreño originario de Usulután, que no quiso revelar su apellido, augura que el panorama económico no se ve halagüeño en Estados Unidos.
“No creo que vaya a mejorar, por eso estoy tratando de tener una seguridad económica en mi país y he enviado parte del dinero que tenía guardado”, indicó el cuscatleco.
Las remesas familiares a El Salvador en el pasado agosto ascendieron a 559,3 millones, lo que representó un incremento de 88,2 millones (equivalente a un alza del 18,7 %) con respecto a lo registrado al mismo mes de 2019, informó el Banco Central de Reserva de El Salvador.
La cifra representa una gran recuperación con respecto a lo reportado entre enero y julio de este año cuando El Salvador recibió en remesas 3.076.3 millones de dólares, esto es 150,9 millones (o 4,7%) menos que durante el mismo período de 2019.
“Estoy terminando mi casa (en El Salvador) donde quiero poner un negocio, si aquí no hay más trabajo pues será regresar', sentenció el salvadoreño.