La inseguridad en Honduras, la falta de trabajo y la ausencia de su padre obligaron a Katerin, una niña de 14 años, a emigrar a Estados Unidos. Ella se entregó a las autoridades mexicanas de migración y pese a su edad reconoce que su futuro es incierto.
El diario mexicano La Tarde recogió la historia de esta pequeña que tomó la decisión de emigrar con su hermana, de 16 años, y dos primos.
“Me siento mal porque aquí estoy sola y ya no quiero estar aquí, quiero ir con mi papi”, dijo entre lágrimas Katerin al ver frustrado su sueño de cruzar a Estados Unidos.
La menor y su hermana residían en Tegucigalpa con su abuelita y primos, ya que su padre está en Estados Unidos desde hace cinco años. Asegura que su mamá las abandonó desde pequeñas.
La menor contó que por vivir prácticamente sola fue víctima de la inseguridad que impera en el país.
Eso, según narró, la motivaron a emprender el camino al “país de los sueños”, dejando sin terminar la escuela secundaria. “Me asaltaron varias veces cuando venía del colegio y es bien difícil porque también varias veces unos hombres me tocaron y no había quien me defendiera porque yo del colegio iba sola para mi casa”, comentó entre lágrimas.
Katerin se encuentra sola en México en espera de ser deportada a Honduras, aunque está preocupada por su hermana mayor, quien se escapó del Centro de Atención a Menores Fronterizos (Camef) y al parecer se habría ido con un novio que conoció en Reynosa.
La menor viajó con su hermana y primos en autobús, a veces en automóvil particular y en otras ocasiones caminaron.
Pese a su odisea, cuenta que no pasó peligros ni hambre y tampoco padeció el viacrucis para entrar en Estados Unidos. Aun así lleva más de un mes en el Camef en espera de volver a su país.
“Aquí nos han tratado bien. Nos dan comida. Nos dan los tres tiempos. Después, en la noche, como a veces quedamos con hambre, nos dan chocolate, avena y galletas. Nos tratan bien”, comentó la menor emigrante.
Según Manuel Capellín, exdirector de Casa Alianza, un 10% de los inmigrantes que buscan el ansiado “sueño americano” son niños.
De esta cifra, cuatro de cada 10 son regresados diariamente de México.
Cifras del Instituto de Migración de México señalan que, de enero a agosto de 2012, alrededor de 2,424 menores “no acompañados” llegaron a esa nación.