Washington intenta modificar la creencia del presidente sirio, Bashar al-Asad, de que puede mantenerse en el poder y acepte 'la inevitabilidad' de su partida, dijo este miércoles el secretario de Estado, John Kerry.
'El gobierno (estadounidense) prefiere una solución política, una solución negociada, pero que tenga como resultado la partida del presidente Asad. El presidente (Barack Obama) piensa, y yo pienso, que eso es lo que ocurrirá', indicó Kerry durante una conferencia de prensa junto a su homólogo jordano, Nasser Judeh.
El jefe de la diplomacia norteamericana se negó a dar un 'cronograma', pero consideró 'inevitable' la partida del poder del presidente sirio, tras casi dos años de conflicto en Siria que provocó 70.000 muertos, según la ONU.
'Debemos abordar la cuestión del cálculo que hace el presidente Asad. Creo que hay más cosas que se pueden hacer para cambiar su percepción actual', declaró Kerry a la prensa.
'Les puede asegurar que mi objetivo es que logremos cambiar sus cálculos, que logremos un resultado negociado para reducir la violencia', explicó, citando la oferta realizada a fines de enero por la Coalición opositora siria de un diálogo con el régimen de Damasco.
Kerry dijo tras la reunión que no entraría en detalles, pero agregó que había 'un buen sentido de lo que creo que podría proponer'.
Siria será probablemente el centro de las discusiones que Kerry abordará en el Departamento de Estado el jueves con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, así como con la comisaria de asuntos exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton.
Kerry reveló que su primer viaje al extranjero, que se espera concrete en las próximas semanas, se centrará en Medior Oriente, así como en obtener posturas sobre el conflicto en Siria.
Además, dio a entender que EEUU y Jordania podrían adoptar medidas renovadas para instar a Rusia a ejercer más presión sobre Asad para que deje el poder.
Washington en los últimos meses ha insistido cada vez más en exhortar al aliado clave de Siria, Moscú, para poner fin a su apoyo al régimen de Asad. También ha acusado a Irán de apuntalar al gobernante con dinero, hombres y armas.
A pesar de trabajar para dar forma a una oposición política viable frente a Asad, Estados Unidos aún no ha llegado a proporcionar armas a los rebeldes, temeroso de 'dumping' pero también por colocar más armas en un teatro de guerra incierto en medio del auge de los grupos yihadistas.
Obama, quien el año pasado predijo que los días estaban contados para Asad, hizo apenas una mención de Siria en su discurso ante el Congreso el martes, prometiendo sólo 'mantener la presión sobre el régimen sirio, que ha asesinado a su propio pueblo'.
Tras reunirse con Judeh, Kerry dijo que 'todavía mantengo la esperanza de que puede haber una ecuación donde los rusos y Estados Unidos podrían, de hecho, encontrar más puntos en común de lo que hemos encontrado hasta el momento con respecto a eso'.