Alma Aída Juárez, una vendedora de tamales en Altamira, Tamaulipas, sobrevivió a un brutal ataque con machete en septiembre mientras trabajaba en el Bulevar Allende. Dos meses después, decidió romper el silencio y exigir justicia.
Alma, de 45 años, es originaria de una comunidad rural en Altamira, diariamente, acudía al Bulevar Allende para vender tamales que ella misma preparaba.
Sin embargo, fue atacada por Alejandro “N”, quien la acosó sexualmente y, tras confrontarlo, la agredió con un machete, causándole heridas graves en la cara, la cabeza y otras partes del cuerpo.
A pesar de la gravedad de sus lesiones, las autoridades de Tamaulipas no han emitido una orden de arresto contra Alejandro “N”, quien sigue prófugo.
Alma ha denunciado públicamente la falta de acción de las autoridades y teme por su seguridad y la de otras mujeres.
En entrevistas con medios locales, Alma ha compartido su historia y ha pedido que su caso no quede impune, buscando justicia y protección para evitar que su agresor vuelva a atacar.
“Me dio varios machetazos en la cabeza, en la cara, en mi brazo, me dejó casi muerta”, expresó la vendedora, asegurando que le realizaron siete cirugías y estuvo internada por varios días.
El mayor miedo de Alma es perder su brazo, ya que los médicos le dicen que si no mejora esa será la alternativa.