Iván Archivaldo Guzmán, primógenito de Joaquín el Chapo Guzmán, fue el hombre que desató una guerra en Cualiacán, Sinaloa, con el objetivo de rescatar a su hermano Ovidio Guzmán, informó ayer el New York Times.
Funcionarios mexicanos relataron al diario estadounidense que el Ejército mexicano detuvo en realidad a dos hijos del Chapo, Iván Archivaldo (36) y su hermano Ovidio (28), durante el operativo que desató el caos el pasado jueves en ese bastión de Guzmán Loera.
El mayor de los hijos del Chapo logró liberarse rápidamente gracias al apoyo de sus guardaespaldas, que consiguieron refuerzos y neutralizaron a los militares, tomando ocho de sus elementos como rehenes.
En cuestión de minutos, Iván convocó a cientos de sicarios, que provocaron terror al abrir fuego contra los militares con armamento de grueso calibre.
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Además, el cartel de Sinaloa amenazó con secuestrar a las familias de los soldados si Ovidio no era liberado. Ante la presión del Chapito y la violencia desatada en la ciudad, las autoridades mexicanas ordenaron la liberación de Ovidio, aprobada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que enfrenta un escándalo en México por esta decisión.“Rodeados por los enemigos, sin un plan claro de refuerzos por tierra o aire y sin una estrategia clara de salida, los soldados cedieron y liberaron a (Ovidio) Guzmán”, afirmó el New York Times.
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Los militares aseguraron que cumplieron su objetivo de detener al delincuente, pero “cobardemente” (los narcos) amenazaron “con atacar a inocentes, mujeres, niños, estudiantes y familias de militares”, por lo que se suspendió la operación.
Medios locales afirmaron que al menos 60 de unas 140 familias de soldados salieron de sus casas en Culiacán para ser ubicadas en instalaciones militares.