Los Ángeles, Estados Unidos.
Harper Lee, una de las escritoras estadounidense más aclamadas que falleciera en febrero pasado, pensaba que el casino Taj Mahal de Donald Trump era el infierno en la tierra, según correspondencia privada difundida ayer.
La autora de Matar a un ruiseñor, obra maestra sobre la injusticia racial leída por millones en el mundo, dejó por el piso al centro turístico propiedad del magnate aspirante del Partido Republicano para las próximas presidenciales de EUA, en una carta enviada a una amiga en 1990.
“El peor castigo que dios puede aplicarle a un pecador es obligar a su espíritu a residir toda la eternidad en el Taj Mahal de Trump en Atlantic City”, escribió Lee en la misiva encontrada, junto a varias más, en su departamento de Nueva York.
Harper Lee, una de las escritoras estadounidense más aclamadas que falleciera en febrero pasado, pensaba que el casino Taj Mahal de Donald Trump era el infierno en la tierra, según correspondencia privada difundida ayer.
La autora de Matar a un ruiseñor, obra maestra sobre la injusticia racial leída por millones en el mundo, dejó por el piso al centro turístico propiedad del magnate aspirante del Partido Republicano para las próximas presidenciales de EUA, en una carta enviada a una amiga en 1990.
“El peor castigo que dios puede aplicarle a un pecador es obligar a su espíritu a residir toda la eternidad en el Taj Mahal de Trump en Atlantic City”, escribió Lee en la misiva encontrada, junto a varias más, en su departamento de Nueva York.