Una tormenta de nieve se abatió ayer sobre la región media de la costa estadounidense del Atlántico con tal intensidad que el presidente Barack Obama la calificó jocosamente de “Nevadagedón” aludiendo al Armagedón que simboliza el fin del mundo.
La nieve caía con tanta rapidez en la capital de la nación que las cuadrillas no bastaban para retirarla y las autoridades pidieron a los residentes que se quedasen en sus casas para despejar las calles a tiempo e iniciar mañana la actividad normal.
Los lugares más famosos de Washington DC estaban cubiertos hasta con sesenta centímetros de nieve. Tihana y Jarrett Blanc desistieron de movilizarse en automóvil y decidieron sacar como pudieran a pasear a su perro Héctor por el noroeste de Washington durante lo que los meteorólogos pronosticaron como la mayor tormenta en la capital en la historia moderna.
“Nuestro automóvil quedó atascado. Ni intentamos sacarlo”, dijo la mujer.
Inconvenientes
La tormenta derribó árboles y dejó sin electricidad a cientos de miles de usuarios en Washington, Virginia, Virginia Occidental, Maryland, Delaware, Pennsylvania y Nueva Jersey. Muchos residentes se apresuraron a hacer sus compras el viernes anticipándose a la tormenta.
Cientos de accidentes automovilísticos se reportaron en la región, aunque sólo dos fatales: un hombre y su hijo que murieron cuando ayudaban a otro automovilista en Virginia. Ayer, la mayoría no podía conducir porque sus automóviles estaban sepultados y los caminos intransitables.
En Ellicott City, Maryland, Christine Benkoski dijo que trataba de despejar sesenta centímetros de nieve. “He estado aquí durante una hora y mi único objetivo es llegar hasta la calle”, dijo.
Obama, veterano de la nieve de sus días en Chicago, regresó de pronunciar un discurso al Comité Nacional Demócrata en la reunión invernal del partido y agradeció a los demócratas por “estar dispuestos a enfrentar la tormenta Nevadagedón”.
Las aerolíneas cancelaron vuelos, muchas iglesias no dieron su servicio dominical y Amtrak y los trenes suburbanos pararon. Algunos se preguntaron si quedarán aislados en sus casas varios días. En el aeropuerto internacional de Dulles, parte del techo de un hangar se desplomó y dañó algunos jets privados, pero no hubo heridos, dijo Courtney Mickalonis, vocera de la autoridad aeroportuaria de la zona metropolitana de Washington. Agregó que las cuadrillas trabajaron durante toda la noche, pero que la nieve caía con mayor rapidez de lo que podían despejarla.
La nevada se produce menos de dos meses de la tormenta del 19 de diciembre, que arrojó más de cuarenta centímetros de nieve en Washington. AP
Cancelan cientos de vuelos
Las compañías aéreas estadounidenses cancelaron cientos de vuelos en el noreste de Estados Unidos debido a la previsión de fuertes nevadas y vientos por la gran tormenta invernal que se espera en Washington y sus alrededores.
Los dos principales aeropuertos de la capital del país, Reagan National y Dulles International, han puesto en marcha medidas para evitar la acumulación de nieve y se prevé que gran parte de los vuelos del sábado sean cancelados, según informan medios estadounidenses. La compañía Delta Air Lines ha cancelado más de 200 vuelos y conexiones en la costa este y no operaron ayer en la zona de Washington, según informó un portavoz a CNN. Otros 375 vuelos de United y United Express, que operan principalmente con conexiones locales, también fueron cancelados, igual que 148 de American Airlines. Southwest canceló la mayoría de sus vuelos del viernes, todos sus servicios para ayer y algunos de hoy, que se dirigen a Baltimore, Filadelfia y Washington, según su página web.
En la mayoría de las aerolíneas, los viajeros pueden volver a reservar sus vuelos, sin pagar comisiones extras, para mañana y el martes, o durante la próxima semana.