Las primarias del martes en Florida representan la última carta del senador Marco Rubio para mantenerse en la carrera por la Casa Blanca y suponen una prueba de fuego para su hasta ahora prometedora carrera política.
Casi un año de campaña nacional después, Rubio ha vuelto a su estado natal para implorar a sus constituyentes que sea 'aquí y ahora' donde se salve no solo su candidatura sino también un posible futuro como vicepresidente, gobernador o aspirante de nuevo a la Casa Blanca.
Marco Rubio, joven hispano y elocuente, es un activo clave del Partido Republicano que podría quedar muy resentido si el martes, como pronostican todas las encuestas, pierde en el estado que le ha dado todo frente al explosivo multimillonario neoyorquino Donald Trump.
Florida es el estado donde Marco Antonio Rubio, nacido en Miami de padres cubanos, comenzó a destacar con tan solo 28 años como comisionado de su ciudad, West Miami, y donde a los 35 ya era el primer presidente cubano-estadounidense de la Cámara de Representantes.
![]() Rubio cruzó la Florida de norte a sur en un esfuerzo final por frenar a Trump.
|
En su estado fue también donde sorprendió en 2010 con una arrolladora victoria sobre el entonces popular gobernador Charlie Crist que le llevó al Senado federal con 40 años, y en Florida fue donde el pasado abril anunció que se presentaba como candidato a la presidencia con tan solo 43.
El joven senador es un valor en alza del Partido Republicano desde 2012, cuando llegó a barajarse su nombre como vicepresidente del entonces candidato presidencial Mitt Romney y pronunció un celebrado discurso en la Convención Nacional del partido.
Un año después, fue el elegido para dar la réplica al discurso del Estado de la Unión del presidente, el demócrata Barack Obama, a cuyas políticas se ha opuesto férreamente desde el subcomité de relaciones internacionales que preside en el Senado.
Rubio, es la gran apuesta del 'establishment' para evitar que el controvertido magnate, Donald Trump, sea el candidato de ese partido.
Sin embargo, los apoyos de gobernadores y legisladores, influyentes diarios e importantes donantes no han sido suficiente: el senador solo ha ganado en Minesota y Puerto Rico y el Distrito de Columbia.
Lea más: Trump amenaza con enviar manifestantes a mitines de Sanders
Rubio se la juega a todo o nada en Florida el martes, tanto así que su campaña ha llegado a pedir por televisión que los republicanos de Ohio voten por su gobernador, John Kasich, al ser el único con posibilidades reales de frenar a Trump en ese estado.
'Necesito de su ayuda. Creo de corazón que el ganador de las primarias de Florida será el nominado del Partido Republicano', aseguró en otro evento, una frase que sin duda resonará el martes cualquiera que sea el resultado.