Ankara, Turquía
Turquía anunció ayer haber abortado el intento de golpe de Estado militar que causó al menos 265 muertos, aunque el presidente Recep Tayyip Erdogan pidió a la población que siga movilizada en la calle. La situación está “bajo control”, aseguró el primer ministro Binali Yildirim, que confirmó el elevado número de víctimas en los enfrentamientos en Ankara y Estambul entre los insurrectos, el ejército y decenas de miles de personas que se echaron a la calle. El golpe de Estado malogrado causó 161 muertos y 1,440 heridos sin contar a los golpistas, declaró. El jefe de las fuerzas armadas dio cuenta de 104 golpistas muertos.
La noche del viernes, decenas de miles de personas, muchas de ellas con banderas turcas, desafiaron a los militares sublevados, subiéndose a los tanques desplegados en las calles o yendo al aeropuerto de Estambul para recibir a Erdogan. El jefe del Estado volvía precipitadamente de unos días de descanso.
Los hechos se fueron encadenando desde poco antes de la medianoche del viernes cuando “las fuerzas armadas turcas” decretaron la ley marcial y un toque de queda en el país, tras el despliegue de tropas en Estambul y Ankara.
Los golpistas anunciaban una “toma de poder total en el país” con el objetivo de “garantizar y restaurar el orden constitucional, la democracia, los derechos humanos y las libertades y que prevalezca la ley suprema”. Cuando aún estaba en Marmaris de vacaciones, Erdogan intervino en directo por televisión con su teléfono móvil para pedir la movilización popular. “En Turquía hay un gobierno y un presidente elegidos por el pueblo” y “si Dios lo quiere, superaremos la prueba”, dijo.
“Aquellos que salieron con tanques serán capturados porque estos tanques no les pertenecen”, insistió una vez en Estambul, donde tachó de “traición” la intentona.
Erdogan acusa al opositor imán turco Fethüllah Gülen, exiliado en EUA, de estar detrás del golpe. Ayer, el secretario de Estado de EUA John Kerry instó a Ankara a presentar pruebas contra Gülen.
Miles de partidarios del presidente turco Recep Tayyip Erdogan se reunieron ayer en Estambul para expresarle su apoyo tras el intento de golpe de Estado de un grupo de militares
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Ola de detenciones
El jefe del gobierno turco señaló que 2,839 militares fueron detenidos en relación directa con el intento de golpe, y aseguró que estos “cobardes recibirán la pena que merecen”. Entre ellos figura el comandante del Tercer Ejército, el general Erdal Ozturk. Además, varios oficiales de alto rango, entre ellos, los generales del segundo ejército Adem Huduti y Avni Angun.
Por su parte, la Policía turca detuvo a 10 jueces del Danistay, uno de los organismos supremos de la Judicatura turca y máxima autoridad para contenciosos administrativos, informó la agencia semipública turca Anadolu.
Otros 38 miembros de ese cuerpo están en búsqueda y captura, agregó la cadena privada NTV. Además se ha emitido orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo (Yargitay). El presidente de esta institución, Ismail Rüstü Çirit, prometió “castigar a todos los traidores”. La medida se produjo horas después de que la Junta Superior de Jueces y Fiscales destituyera a 2,745 magistrados.
Imágenes una jornada de violencia y arrestos. El presidente turco Recep Erdogan habló ayer en Estambul ante una gran muchedumbre y prometió castigar a “los traidores”.
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El caso de los ocho
En el aeropuerto de Alejandrópolis, en Grecia, ocho hombres llegaron a bordo de un helicóptero militar turco y pidieron asilo político, anunció la policía griega. El helicóptero Black Hawk aterrizó en territorio griego después de haber enviado una señal de auxilio.
Los ocho hombres, siete de los cuales llevaban uniforme, fueron detenidos y se sospecha que participaron en el abortado intento de golpe de Estado contra Erdogan.
El gobierno turco reaccionó rápidamente al anuncio de la llegada de ese helicóptero a Grecia y pidió a las autoridades griegas la extradición de los ocho pasajeros.
Fuentes del Estado Mayor de Defensa Nacional de Grecia indicaron que el helicóptero será devuelto a Turquía. Y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo que la petición de asilo de los soldados turcos sería examinada “rápidamente”. Tsipras habló por teléfono con Erdogan y le informó de que el procedimiento se llevará a cabo “con respeto absoluto” a las leyes internacionales y a los derechos humanos.