Los Ángeles, Estados Unidos.
La exmodelo de Playboy, Victoria Bonya de 37 años, se llevó el susto de su vida y vivió momentos de tensión cuando fue retenida en un aeropuerto tras sospechas de un presunto caso de espionaje.
Los agentes de la policía la detuvieron en la terminal aérea de Los Ángeles '¿Eres miembro de los servicios secretos?' le cuestionaron a Bonya.
Los policías no la dejaron irse hasta que la modelo les mostró su cuenta oficial de Instagram, en la que tiene más de cinco millones de seguidores y en la que contó todo lo que había sucedido a sus seguidores que no daban crédito.
A la exconejita le preguntaron sobre el presidente Vladímir Putin y el KGB (la agencia de inteligencia rusa).
'Empecé a reírme, pense que era una broma, hasta que me preguntaron por tercera vez', cuenta. 'Fue un verdadero golpe. Pensé que iban a deportarme', añadió Bonya aterrada.
El motivo de la sospecha se originó cuando la seguridad le encontró una tarjeta de visita de una empresa que produce cámaras de vídeo oculta en su equipaje y sospecharon de las intenciones de la maniquí para entrar en el país.
La exmodelo de Playboy, Victoria Bonya de 37 años, se llevó el susto de su vida y vivió momentos de tensión cuando fue retenida en un aeropuerto tras sospechas de un presunto caso de espionaje.
Los agentes de la policía la detuvieron en la terminal aérea de Los Ángeles '¿Eres miembro de los servicios secretos?' le cuestionaron a Bonya.
Los policías no la dejaron irse hasta que la modelo les mostró su cuenta oficial de Instagram, en la que tiene más de cinco millones de seguidores y en la que contó todo lo que había sucedido a sus seguidores que no daban crédito.
A la exconejita le preguntaron sobre el presidente Vladímir Putin y el KGB (la agencia de inteligencia rusa).
'Empecé a reírme, pense que era una broma, hasta que me preguntaron por tercera vez', cuenta. 'Fue un verdadero golpe. Pensé que iban a deportarme', añadió Bonya aterrada.
El motivo de la sospecha se originó cuando la seguridad le encontró una tarjeta de visita de una empresa que produce cámaras de vídeo oculta en su equipaje y sospecharon de las intenciones de la maniquí para entrar en el país.
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