29/04/2024
12:34 AM

La “enfermera” de Chávez y su esposo, condenados a 15 años de cárcel cada uno

  • 19 abril 2023 /

La pareja deberá restituir 136 millones de dólares y pagar una multa de 75,000 dólares.

Florida, Estados Unidos.

La ex tesorera nacional de Venezuela Claudia Patricia Díaz Guillén y su esposo, Adrián José Velásquez Figueroa, fueron condenados este miércoles en EEUU a 15 años de cárcel y tres años de libertad vigilada cada uno, por cargos de lavado de dinero.

Además deberán restituir 136 millones de dólares y pagar una multa de 75.000 dólares cada uno, según dictaminó el juez William P. Dimitrouleas en los tribunales de Miami.

La Fiscalía había pedido sentencias de no menos de 23 años y 5 meses de cárcel para ella y de 19 años y 5 meses para él.

Dimitrouleas, tras una hora de escuchar los argumentos de las partes, dijo que “entendía las circunstancias familiares de los condenados” -padres de dos hijos- pero que en su opinión habían establecido “un sofisticado sistema de lavado de dinero” que les hacía merecedores de la sentencia.

El matrimonio, acompañado cada uno por su abogado, recibió la sentencia en un juzgado del centro de Miami al que habían llegado esposados, con un sencillo traje claro de presidiario y asistidos por traducción simultánea.

Ambos ciudadanos venezolanos fueron extraditados desde España, país del que también tienen la nacionalidad, en 2022 y en diciembre de ese mismo año fueron declarados culpables de lavado de dinero: ella de dos cargos y el de tres.

Díaz Guillén y Velásquez Figueroa fueron personas de confianza de Hugo Chávez -son conocidos como la “enfermera” y el “guardaespaldas” del presidente de Venezuela fallecido en 2013- y se radicaron en España en 2016.

La Fiscalía los acusó de haber hecho una fortuna de 136 millones de dólares con una red de corrupción que aprovechaba que ella era tesorera nacional (2011-2013) para beneficiarse del sistema de control de cambios vigente en Venezuela por entonces.

El fiscal Paul Hayden insistió en su último alegato ante el juez para conseguir la máxima pena en que los dos condenados utilizaron un sofisticado sistema de lavado de dinero para quebrar la ley en Estados Unidos, además de pedir que restituyeran los 136 millones de dólares.