Los máximos directivos de las empresas más importantes de Estados Unidos están rompiendo con el presidente Donald Trump, ya que sus políticas contra la inmigración les restan competitividad y les impiden disponer de empleados extranjeros.
“No es una política que apoyemos”, afirmó Lloyd Blankfein, director general de Goldman Sachs, líder mundial de banca de inversión, en un mensaje que tuvo gran eco en los medios financieros.
Las críticas más fuertes llegaron desde Silicon Valley donde ejecutivos de Apple, Microsoft, Airbnb y Google rechazaron la decisión de impedir el ingreso a EUA a personas de siete países de mayoría musulmana.
Las medidas anunciadas el viernes provocaron protestas y caos en los aeropuertos.
El presidente de Netflix, calificó de “no estadounidense” la decisión de Trump.
Ofensiva
Una posición parecida reflejó el grupo Ford, la mayor firma del sector automotor en EUA, que destacó la diversidad que defiende dentro y fuera del país y “el respeto para todas las personas”.
“Por esa razón no apoyamos esta decisión o cualquier otra que esté en contra de los valores que mantiene la compañía”, sostiene un mensaje del director general de Ford, Mark Fields, y el presidente ejecutivo, Bill Ford.
Los principales indicadores de los mercados bursátiles de Nueva York tuvieron ayer su peor sesión del año, con fuertes retrocesos que rompen la buena racha de las últimas jornadas.
Los anuncios del plan de infraestructuras, la desregulación financiera y la bajada de impuestos lograron que el Dow Jones rompiera la barrera de los 20,000 puntos.