16/04/2024
08:30 PM

El Salvador inició la era bitcoin de forma atropellada

La medida económica liderada por el presidente Nayib Bukele ha implicado un gasto de más de 203.3 millones de dólares, que han salido del Fondo General de la Nación.

San salvador. El experimento mundial de tener a esta criptomoneda como moneda de curso legal arrancó esta semana en medio de protestas ciudadanas, fallas técnicas y una caída extrema del valor del bitcoin.

La medida económica liderada por el presidente salvadoreño Nayib Bukele ha implicado un gasto de más de 203.3 millones de dólares, que han salido del Fondo General de la Nación.

En 2020, en El Salvador se recibieron casi $6,000 millones en remesas, un 23% del producto interno bruto salvadoreño.

Bukele estima que los proveedores de remesas como Western Union y MoneyGram dejarán de percibir $400 millones en comisiones que cobran por el pago de remesas gracias a la adopción del bitcoin. Chivo, que en salvadoreño significa bueno o bonito, es el monedero virtual que promueve el Gobierno de El Salvador.

La aplicación móvil gestiona pagos, convertibilidad instantánea del bitcoin al dólar y cambios de remesas. Pero, el 7 de septiembre, el Gobierno le dio baja al sistema de Chivo app para actualizarlo. Con varios retrasos, el monedero oficial virtual del Gobierno llegó a las tiendas de aplicaciones de Huawei, Apple y Google. En paralelo, Chivo va amarrado a una red de 200 cajeros tipo ATM en el territorio que apoyan a las transacciones de bitcoin y dólares.

Previo a su lanzamiento, Bukele prometió un bono bitcoin de 30 dólares, un saldo de bienvenida para que usen los usuarios de la wallet Chivo. Sin embargo, a lo largo de la semana, usuarios han criticado en redes sociales que las transacciones de pago en la app Chivo no caen inmediatamente.

Lo más crítico de este experimento monetario es la alta volatilidad de la moneda virtual.

En el mismo “Bitcoin Day”, el precio del bitcoin comenzó la jornada en torno a los $53,000.

Luego se desplomó hasta un 19%, según datos de Coinbase. Ese día cerró en $46,270. Un día previo, Nayib Bukele compró los primeros 400 BTC en 20.9 millones.

“Este es un proceso con gran dosis de improvisación y de opacidad. No sabemos a quién lo compró, con cuáles ‘brokers’, qué comisión pagó...”, tuiteó Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).

Estado de derecho débil. El 7 de septiembre se vivió una fuerte caída de los bonos salvadoreños. En especial, los que tendrán un vencimiento en 2025, 2027, 2035, 2041 y 2050, que cayeron a valores de entre $77 y $84 por cada $100 invertidos.

Para contrarrestar, el Gobierno ha intentado colocar deuda en la bolsa de valores de El Salvador por $203.1 millones, pero solo recibió ofertas por $126.75 millones. En medio de este contexto económico, los salvadoreños han salido a la calle a protestar por un debilitamiento del Estado de derecho, que se fragmentó el 1 de mayo, cuando a través del Congreso se quitaron los jueces de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general.

La semana pasada, la Sala de lo Constitucional, afín a Bukele, aprobó la reelección presidencial inmediata. Las protestas también son por la falta de transparencia de todas las decisiones del Estado, así como la obligatoriedad del uso de bitcoin por los agentes económicos.

La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador dijo a sus socios que no se arriesguen a perder ingresos debido a la volatilidad del bitcoin.

“Nosotros la recomendación que sí les estamos dando a los socios es que, entendiendo su perfil y su modelo de negocio, no piensen en especular con el dinero que necesitan para la planilla y para pagar las cuentas, que lo pasen a dólares porque pagan salarios en dólares, y así debe ser y debe seguirse haciendo, y si paga a proveedores en dólares es mejor recibir y tener dólares”, afirmó el presidente de la gremial, Jorge Hasbún.

Solo el 11% cree que traerá inversión y el 4%, que mejorará la economía, según encuesta de la Cámara de Comercio en julio.

“Por la matriz productiva no se logra recaudar lo suficiente para cubrir el gasto de un año. El Salvador para poder consumir todo lo que consume necesita gran ayuda de las remesas. Las remesas son clave en el funcionamiento de la economía salvadoreña. No podríamos sobrevivir un año sin el apoyo de las remesas, eso es términos de economía privada”, analizó Tatiana Marroquín, economista.

Recordó que debido a la matriz productiva no se logra recaudar lo suficiente para cubrir el gasto de un año. Por ende, se recurre a deuda constantemente. Recordó que la deuda de El Salvador previo a la pandemia era del 69%. Hoy sobrepasa el 100% del PIB. “En este clima de gran incertidumbre, se vino a poner la política monetaria de la criptomoneda”, apuntó Marroquín.

“La adopción de bitcoin como moneda de curso legal plantea, en nuestra opinión, (generan) una serie de problemas macroeconómicos, financieros y legales que requieren un análisis cuidadoso”, enfatiza Gerry Rice, director de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Sin medidas robustas contra el lavado de dinero y la lucha contra la financiación del terrorismo, las criptomonedas pueden ser utilizadas para lavar dinero de procedencia ilícita, financiar el terrorismo y evadir impuestos. Esto podría plantear riesgos para el sistema financiero de un país, el equilibrio fiscal y las relaciones con países extranjeros y bancos corresponsales”, señaló el FMI en julio.

Riesgo país. “Si hay incertidumbre del Estado de derecho, del riesgo país, la pregunta que se hacen los inversionistas es qué tan barato o caro es hacer negocios en El Salvador”, planteó Marroquín. “Quien paga las consecuencias de un riesgo país alto es la población, ya que los inversionistas dicen: ‘ya no te prestaré al 6%, sino al 9%, 11%, 12%. El riesgo país significa mayor cobertura de riesgo a través de la tasa de interés. Para la población es pagar más por el endeudamiento, que cada vez se hace más necesario”, insistió.

El gobierno de Nayib Bukele persigue atraer flujos de inversión de empresarios bitcoin y de turistas que posean criptomonedas. Para Marroquín, el reto de El Salvador es lograr ser un referente tecnológico en América Latina especializado en esta criptodivisa. Pero en el corto plazo habrá gente que deje bitcoins y se lleve dólares. “Como que fuéramos una gigantesca casa de cambio. Eso entra en conflicto con ser un país dolarizado, junto al dilema de cómo el sistema financiero absorberá los bitcoins de la economía real”. Tanto la política monetaria como el sistema financiero de El Salvador han sido sólidos y robustos en capital, fuerte en términos de riesgo.

“Con esta movida económica le metemos un riesgo inimaginable al sistema financiero. Ellos no tienen inversiones cercanas al riesgo de bitcoin. La pregunta es ¿qué tan sostenible es que se vaya una gran cantidad de dólares en términos de fiscalidad?”. Para Marroquín, los retos de la economía del futuro no solo será pagar su deuda, sino hacerle frente a la deuda previsional. “¿Cómo nos vamos a enfrentar a ese pago de deuda con menos dólares de lo que antes teníamos? Ese endeudamiento no se puede pagar en bitcoins. Cualquiera que le apueste al bitcoin en el mediano y largo plazo no entiende los problemas estructurales de El Salvador”, resumió.