El joven hondureño José Antonio Velásquez de 35 años fue encontrado sin vida en el condado de Ventura, confirmaron autoridades locales.
Toñito, como le decía su familia, había sido visto por última vez el 27 de julio en Thousand Oaks. Desde su desaparición, la familia expuso el caso en los medios de comunicación, distribuyeron hojas volantes y realizaron vigilias.
De acuerdo a las autoridades, unas personas que realizaban senderismo en las montañas de Santa Mónica encontraron restos humanos en su camino, el lunes 3 de octubre. A la escena acudieron a investigar los alguaciles y los forenses del condado de Los Ángeles.
“La oficina del forense del condado de Los Ángeles identificó los restos humanos como los de la persona desaparecida José Velásquez”, dijo la Oficina del Sheriff del Condado de Ventura, en un comunicado divulgado este lunes.
FOTOS: ASÍ ERA TOÑITO, CARIÑOSO HIJO Y DESTACADO DEPORTISTA
“La causa de la muerte está bajo investigación y está pendiente de los resultados de la autopsia de la oficina del forense del condado de Los Ángeles”, agregaron las autoridades en el comunicado.
“No pido nada por toda esa gente que le hizo daño [a mi hijo], quizás Dios tenga misericordia de ellos, pero no voy a ser yo la que va a pedir nada para ellos”, indicó Rita Maldonado a Los Ángeles Time.
Velásquez era originario de Tegucigalpa, dejó su tierra natal a los 15 años y se estableció en Virginia. De igual forma, vivió un par de meses en Simi Valley, pero luego regresó con su familia en la Costa Este. En el 2016 volvió al condado de Ventura.
De acuerdo a la familia, en octubre de 2021 obtuvo su licencia como contratista general, lo que le abrió nuevas ofertas de trabajo. En consecuencia, eso le permitió moverse de Simi Valley a su propio departamento en Camarillo el pasado 25 de julio, dos días antes de que fuese visto por última vez.
“Era muy familiar, muy amoroso, así lo voy a recordar; siempre haciéndome bromas”, aseguró Gloria Velásquez, tía de José Antonio, confirmando que a su sobrino le encantaba ir al gimnasio y jugar fútbol. “Para nosotros era ‘Toñito’, pero sus amigos en el fútbol le decían ‘Fábregas’”, dijo sobre el mote que le daban en el engramillado.
Los sueños del joven hondureño José Antonio “Toñito” Velásquez se truncaron en el condado de Ventura, lugar al que llegó para trabajar como plomero, aunque su meta era regresar a Virginia y comprarse una casa allá cerca de su familia.
“Tengo mucho que recordar”, dijo Maldonado, residente en Virginia, en entrevista con Los Angeles Times. “Era un soñador; él soñaba con comprarse su casita, tener una familia, un hogar y Dios lo había bendecido [con trabajo], lo estaba bendiciendo en grande, estaba muy feliz y estas personas truncaron su sueño”, apuntó.
La familia ha creado una cuenta para cubrir los gastos fúnebres, los que deseen ayudar pueden hacer clic en GoFundMe para realizar donaciones.