Una veintena de árabes israelíes fueron detenidos este domingo en enfrentamientos con policías en el pueblo de Kafr Kana, norte de Israel, donde los agentes abatieron el sábado a un joven, en un episodio más de la violencia diaria que vive esa región.
Decenas de jóvenes lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad que respondieron con cañones de agua en esta localidad cercana a Nazaret, indicó un periodista que vio cómo detenían a 17 manifestantes.
La policía israelí estaba este domingo en estado de alerta por temor a que la tensión que se vive en Jerusalén Este se propagara a las localidades árabes de Israel.
Lea más: Segundo atentado en Jerusalén dispara la tensión entre Israel y Hamas
Además: Joven ecuatoriana muere en atentado en Israel
La muerte de Jeir Hamdane, de 22 años, abatido por los agentes tras protestar por el arresto de uno de sus allegados, encendió su pueblo, donde se manifestaron el sábado unas 2.500 personas.
Un video de una cámara de vigilancia muestra al joven que se abalanza contra un auto de policía, golpeando una de las ventanas. La policía afirma que llevaba un cuchillo en la mano.
Las imágenes muestran a los agentes bajándose del vehículo y a Hamdane tratando de huir. Un policía le dispara entonces por detrás en varias ocasiones. El joven cae al suelo y es arrastrado por la policía hasta el interior del vehículo. Muere de camino al hospital, según la policía.
La policía israelí trata de contener a los enardecidos palestinos que generan disturbios en la ciudad de Jerusalén tras la muerte de un connacional a manos de los uniformados.
|
Su familia denunció un 'asesinato a sangre fría', una acusación retomada por la prensa palestina de forma unánime el domingo.
'Fue ejecutado'
El centro jurídico de defensa de los derechos de la minoría árabe, Adalá, tachó su muerte de 'ejecución', rechazando la versión de la policía que alega que realizó 'disparos de advertencia'.
Pese a una investigación abierta por el ministerio de Justicia, el centro recuerda que 'la experiencia de los árabes (israelíes)' prueba que los policías responsables de la muerte de uno de ellos 'no son nunca llevados ante la justicia'.
Frente al riesgo de que los enfrenamientos se propaguen a las ciudades árabes israelíes, el primer ministro Benjamin Netanyahu amenazó con 'retirar la ciudadanía a los que piden la destrucción del estado de Israel'.