Militares mexicanos desarticularon una red de 32 integrantes del cartel Zetas, de los que 18 son policías municipales que operaban en el estado de Veracruz (este) y nueve eran reos que escaparon hace dos semanas de cárceles, informó ayer la secretaría de la Marina Armada.
Las detenciones se produjeron en una operación entre el 30 de septiembre y el 3 de octubre que permitió descubrir un campamento en el municipio de Nogales, Veracruz, donde se encontraban los integrantes de los Zetas.
Los policías detenidos estaban encargados de vigilar los movimientos de militares y agentes federales en la región y servían de enlace entre organismos de seguridad municipales y los Zetas, cartel fundado a fines del siglo pasado por exmilitares.
La captura se desencadenó luego de hallar una lista de los pagos que los Zetas hacían a los policías, encontrada a un comandante de esa institución detenido cuando escandalizaba en la calle alcoholizado y uniformado, según el reporte oficial.
Poderío
La violencia en Veracruz es atribuida al desplazamiento de células de los Zetas provenientes del vecino estado de Tamaulipas, un poco más al norte y fronterizo con Estados Unidos, donde más de 4,000 militares han sido desplazados para perseguirlos.
Al uniformado le encontraron un sobre con 10,000 pesos (714 dólares) y una lista con los nombres de policías municipales y las cuotas que recibían de los Zetas.
Los agentes eran retribuidos con pagos de entre 2,000 y 10,000 pesos mensuales (de 142 a 714 dólares), indicó la secretaría de Marina. El domingo ocurrieron cruentos enfrentamientos entre presuntos delincuentes y militares en las inmediaciones de Xalapa, capital de Veracruz, con un saldo de cuatro civiles muertos.
La lucha entre los carteles de la droga y la campaña militar lanzada por el Gobierno de México contra ellos ha dejado desde diciembre de 2006 más de 41,000 muertos. El 19 de septiembre se fugaron 32 reos de tres cárceles en el estado de Veracruz. Al día siguiente, en el municipio portuario del mismo nombre fueron arrojados 35 cadáveres en dos camionetas cerca de un hotel donde iba a llevarse a cabo horas después una reunión de fiscales de todo el país.