Decenas de miles de argentinos festejaban la noche del domingo en la Plaza de Mayo la reelección de la presidenta Cristina Kirchner, quien cerró la jornada de triunfo electoral en el histórico paseo frente a la Casa Rosada tras hablar al país desde su sede de campaña.
'¡Avanti Morocha, que nadie está muerto, vamos a punguearle (robarle) a esta vida amarreta un ramo de sueños!', se escuchó por los parlantes una emblemática canción del roquero Iván Noble cuando Kirchner terminó su breve discurso en la Plaza de Mayo.
Aunque la canción se refiere a otra persona, todos allí entendieron que el '¡Avanti morocha!' fue un equivalente al 'fuerza Cristina', repetido durante toda la campaña a la reelección de esta abogada morocha, de 58 años.
La presidenta agradeció 'a los jóvenes argentinos que han vuelto a recuperar la Plaza de Mayo', frente a miles de militantes que fueron juntando en el paseo público desde que, apenas cerrados los comicios, los canales de televisión anunciaron el triunfo de la jefa de Estado, citando sondeos de boca de urna.
De riguroso luto y visiblemente emocionada, la presidenta hizo numerosas referencias a su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), a quien agradeció como 'el fundador de esta victoria'.
'Yo soy argentino, soy soldado del pingüino' cantaban los militantes, en alusión al apodo de Néstor Kirchner por su origen en la fría Patagonia argentina.
Cientos de banderas enmarcaron el discurso de la presidenta, acompañada, aunque siempre un paso atrás por su compañero de fórmula, el ministro de Economía, Amado Boudou, 47 años, a quien felicitó como 'vicepresidente electo'.
Las palabras de la presidenta pronunciadas en un hotel céntrico donde funcionó la sede de campaña fueron transmitidas a través de pantallas gigantes en la Plaza de Mayo, donde estallaron los fuegos artificiales cuando anunció que iría hasta allí a saludar.
'Sentí ganas de hacer algo por el país', declaró a la AFP Pablo Méndez, un estudiante de primer año de Medicina de 20 años y uno de los miles de jóvenes que se movilizaron frente a la sede de campaña para estar cerca de la mandataria a la hora del discurso.
'Somos de la gloriosa Juventud Peronista (...) a pesar de las bombas, los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido', cantaban una y otra vez los jóvenes militantes de La Cámpora, la agrupación juvenil fundada por Máximo Kirchner, 32 años, hijo mayor de la mandataria.
'Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo....' entonaban los militantes de agrupaciones como la Corriente Peronista, la JP Descamisados, Kolina, todas ellas con una inmensa mayoría de caras jóvenes que portaban camisetas que decían 'Por la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación'.
Mientras unos 2.000 simpatizantes de Kirchner esperaron durante la tarde frente al hotel Intercontinental de Buenos Aires, otras decenas de miles de personas llegaron de a poco a la Plaza de Mayo.
Soraida, una señora de 75 años, caminaba sonriente entre los militantes, contenta porque 'la juventud dejó atrás el miedo'.
'Yo no soy peronista pero estoy de acuerdo con el programa de gobierno. Es lo único potable y es lo mejor para el país', dijo a la AFP esta mujer que no oculta sus canas frente al 'bunker' de campaña, donde no se vieron banderas de agrupaciones sindicales, la base histórica de los gobiernos peronistas.
'Fuerza Cristina' se leía en las vinchas con los colores celeste y blanco, de la bandera argentina, la consigna base de toda la campaña electoral de la jefa de Estado.
Con un mate (infusión) en la mano y una enorme bandera del Movimiento de Unidad Popular (MUP), Luis Moreno, de 54 años, dijo que 'lo más interesante es el triunfo del pueblo. La juventud está en la calle, es más abierta que la de los años 70 y es la que va a encarnar la continuidad del proyecto nacional'.
Dentro del hotel, repleto de funcionarios, ministros y dirigentes, también estaban las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto hijos de desaparecidos de la última dictadura (1976-1983).
'Me da tranquilidad cuando ustedes están conmigo, porque quiere decir que no me mandé ninguna macana grande', dijo la presidenta dirigiéndose a las mujeres de emblemáticos pañuelos blancos.
Kirchner: 'En la victoria hay que ser más grande aún'
La presidenta argentina Cristina Kirchner se atribuyó su reelección en los comicios de este domingo al afirmar que 'en la victoria siempre hay que ser más grande aún'.
Al hablar a sus partidarios la noche del domingo, Kirchner saludó además a su ministro de Economía y compañero de fórmula Amado Boudou como 'vicepresidente electo'.
La victoria de Kirchner, una carismática abogada peronista de 58 años, representaría la mayor diferencia entre el primero y el segundo en una presidencial desde la restauración de la democracia en 1983, de confirmarse este porcentaje.
El segundo más votado fue el gobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner, pero con menos del 16%, según encuestas coincidentes.
'No puedo decir que es un momento de felicidad porque mentiría, tampoco de tristeza, desde donde él esté debe estar muy contento con que la gente vaya a votar y esté todo en paz y concorde', dijo Kirchner con lágrimas en los ojos, tras votar esta mañana, en alusión a su difunto marido, el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), de cuya muerte se cumple esta semana el primer aniversario.
La mandataria tomó el timón del poder y del peronismo después de la muerte de su esposo, compañero de ruta y cogobernante de hecho, el 27 de octubre del año pasado.
Durante su campaña Kirchner hizo hincapié en la reducción de los niveles de pobreza, que hoy llega a 8,3% (2 millones de personas en las 31 principales ciudades del país).
Kirchner había obtenido 50,7% de los votos en las primarias abiertas del 14 de agosto, y en los últimos sondeos mantenía una ventaja de más de 35 puntos sobre el resto de los candidatos.
Casi 29 millones de argentinos estuvieron habilitados para votar en estos comicios, donde además se renueva la mitad de la Cámara de Diputados, un tercio de la del Senado y se eligen nueve gobernadores.
Si las cifras se confirman en los cómputos oficiales que se difundirán a partir de las 24h00 GMT, Kirchner mantendrá el quórum del Senado y recuperará la mayoría en Diputados perdida en las legislativas de 2009.
La popularidad de Kirchner está sustentada, según los analistas, en la dinámica de la economía, el consumo y las exportaciones récord que representan fabulosos ingresos en divisas para el país por venta agrícolas, con un promedio de 8% de crecimiento del producto interno bruto desde 2003.
Kirchner votó poco antes del mediodía en la ciudad de Río Gallegos (2.600 km al sur de Buenos Aires).
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, afirmó que los comicios 'se desarrollaron con normalidad'.
La justicia electoral prohíbe publicar o difundir encuestas y proyecciones sobre el resultado de la elección durante la realización de los comicios y hasta tres horas después del cierre de los centros de votación.
Con guarismos muy bajos, las encuestas señalan el fracaso de otros candidatos como el diputado por la Unión Cívica Radical (socialdemócrata) Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido ex mandatario Raúl Alfonsín (1983-89).
'Hicimos todo cuanto se pudo; la de hoy no es la primera elección difícil en la que participamos', dijo Alfonsín luego de votar.
De su lado Binner prefirió destacar el rol institucional del Congreso al aludir que hacia allí estará puesta la energía de la oposición de confirmarse el abrumador triunfo de Kirchner que prevén los sondeos.
'El Congreso es el lugar del debate y de la formación de las leyes, un lugar sumamente importante para la república', dijo Binner al votar.
Detrás de ellos, según las encuestas, se ubican los peronistas disidentes Alberto Rodríguez Saá y el ex presidente Eduardo Duhalde (2002-2003).
Candidatos reconocen derrota
Tres de los seis candidatos presidenciales opositores reconocieron anoche el triunfo de la mandataria argentina Cristina Kirchner, que logró su reelección sin necesidad de balotaje.
En sendas y sucesivas apariciones públicas, los postulantes del radicalismo socialdemócrata, Ricardo Alfonsín; del peronismo disidente, el expresidente Eduardo Duhalde, y la socialcristiana Elisa Carrió admitieron la victoria de Kirchner para un nuevo mandato entre 2011 y 2015.
“Vamos a trabajar desde el lugar en el que la ciudadanía nos colocó, ejerciendo una oposición responsable, seria, constructiva”, afirmó Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-89).
Carrió, segunda con 22% de los votos en 2007, cuando Cristina Kirchner ganó su primer mandato, admitió que hizo su “peor elección” en su carrera política.