México y Costa Rica reforzaron ayer su lucha contra el crimen organizado con la firma de un acuerdo de extradición y otro sobre intercambio de información en la visita de la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, a la capital mexicana.
Tras una reunión, ambos Presidentes anunciaron a la prensa la firma del tratado de extradición que permitirá combatir de manera coordinada al crimen organizado, “que no conoce fronteras ni patrias y que se constituye como uno de los principales desafíos a nuestros regímenes democráticos”, según dijo el presidente mexicano, Felipe Calderón.
Este tratado permitirá que Costa Rica y México entreguen recíprocamente a cualquier persona que sea buscada por la justicia, añadió el Presidente.
“Es un momento en que el narcotráfico y el crimen organizado han decidido tener una fuertísima arremetida sobre la región de Mesoamérica”, dijo Chin
Grave problema
chilla durante la ceremonia de recepción oficial que le brindó Calderón en la residencia presidencial de Los Pinos.
Chinchilla se refirió al crimen organizado como un “nefasto convoy de la corrupción y la intimidación” y “una de las principales amenazas a las que se está enfrentando el mundo”.
La mandataria felicitó a Calderón por su estrategia de combate al narcotráfico y subrayó que “la batalla de México es la batalla de todas las naciones civilizadas del mundo”.
Calderón resaltó que ante la delincuencia organizada los Estados deben actuar también de manera organizada y de ahí la necesidad de adoptar mecanismos de cooperación anticrimen.
“Todos los países de América compartimos un desafío común, que es ofrecer seguridad y tranquilidad a nuestros ciudadanos en el contexto de una actividad cada vez más intensa y desafiante por parte del crimen organizado trasnacional”, dijo el Presidente mexicano.