Washington, Estados Unidos.
Con su rival republicano Donald Trump pisándole los talones, la candidata presidencial Hillary Clinton retomó ayer su campaña después de tomar cuatro días de reposo a causa de una neumonía.
Su reaparición se produjo en Greensboro (Carolina del Norte), donde se dejó ver poco antes de intervenir en un acto en la universidad. En el escenario habló de su enfermedad: “Es estupendo estar de vuelta en la campaña”. También bromeó con que, a dos meses de las elecciones, “sentada en casa es el último sitio” en el que quería estar; pero aprovechó ese tiempo para reflexionar sobre los motivos por los que se presenta a la Presidencia.
La exsecretaria de Estado cumplió con su agenda de actos de campaña en Carolina del Norte y en Washington, en un intento por retomar la iniciativa política a escasas dos semanas del esperado primer debate televisado con Trump.
El domingo, Clinton tuvo que ser auxiliada al retirarse de una ceremonia pública en Nueva York, y poco después se reveló que le habían diagnosticado una neumonía tres días antes, pero su equipo de campaña optó por mantener la información en secreto.
Luego del acto público de ayer, en un breve contacto con la prensa, Clinton manifestó que su equipo más allegado sabía que ella tenía una neumonía, pero aseguró que decidió minimizar el problema para no interrumpir su campaña.
“Es una enfermedad en que mucha gente simplemente sigue adelante, y es lo que pensé hacer. No quería parar, no quería dejar la campaña (...). No funcionó”, expresó la exsecretaria de Estado.
Codo a codo
Y Hillary tenía razones de peso ‘para no querer detener su campaña’. Una encuesta de la red CBS y el diario The New York Times divulgada este jueves mostró a Clinton con una apretada ventaja de dos puntos sobre Trump (44% a 42%).
Sin embargo, cuando el mismo sondeo incluyó en el cuestionario a los otros dos candidatos minoritarios en disputa -el libertario Gary Johnson y la ambientalista Jill Stein- Clinton y Trump quedaban empatados en 42%.
Este escenario, considerados los cuatro aspirantes, es el mismo que describió el miércoles un sondeo de la universidad Quinnipiac.
Con su rival republicano Donald Trump pisándole los talones, la candidata presidencial Hillary Clinton retomó ayer su campaña después de tomar cuatro días de reposo a causa de una neumonía.
Su reaparición se produjo en Greensboro (Carolina del Norte), donde se dejó ver poco antes de intervenir en un acto en la universidad. En el escenario habló de su enfermedad: “Es estupendo estar de vuelta en la campaña”. También bromeó con que, a dos meses de las elecciones, “sentada en casa es el último sitio” en el que quería estar; pero aprovechó ese tiempo para reflexionar sobre los motivos por los que se presenta a la Presidencia.
La exsecretaria de Estado cumplió con su agenda de actos de campaña en Carolina del Norte y en Washington, en un intento por retomar la iniciativa política a escasas dos semanas del esperado primer debate televisado con Trump.
El domingo, Clinton tuvo que ser auxiliada al retirarse de una ceremonia pública en Nueva York, y poco después se reveló que le habían diagnosticado una neumonía tres días antes, pero su equipo de campaña optó por mantener la información en secreto.
Luego del acto público de ayer, en un breve contacto con la prensa, Clinton manifestó que su equipo más allegado sabía que ella tenía una neumonía, pero aseguró que decidió minimizar el problema para no interrumpir su campaña.
“Es una enfermedad en que mucha gente simplemente sigue adelante, y es lo que pensé hacer. No quería parar, no quería dejar la campaña (...). No funcionó”, expresó la exsecretaria de Estado.
Codo a codo
Y Hillary tenía razones de peso ‘para no querer detener su campaña’. Una encuesta de la red CBS y el diario The New York Times divulgada este jueves mostró a Clinton con una apretada ventaja de dos puntos sobre Trump (44% a 42%).
Sin embargo, cuando el mismo sondeo incluyó en el cuestionario a los otros dos candidatos minoritarios en disputa -el libertario Gary Johnson y la ambientalista Jill Stein- Clinton y Trump quedaban empatados en 42%.
Este escenario, considerados los cuatro aspirantes, es el mismo que describió el miércoles un sondeo de la universidad Quinnipiac.