El Centro de Predicciones Meteorológicas realizó un comunicado de distintas alertas para los estados por la llegada de lluvia excesiva, posibles inundaciones y vientos huracanados en el país norteamericano.
El noroeste de Estados Unidos recibió el impacto de este ciclón desde el martes por las noche, dejando inundaciones y nieve en zonas montañosas de los estados de Washington, Oregon y el norte de California, según advirtió el lunes el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
Las autoridades anunciaron este miércoles más de 600.000 casas en el estado de Washington se quedaron sin electricidad, 15.000 en Oregon y casi 19.000 en California.
Esta será la primera gran tormenta de la temporada, dijo el NWS. El sistema de baja presión frente a la costa noroeste del Pacífico que impulsa esta tormenta, comenzó a intensificarse rápidamente hasta alcanzar el umbral de un ‘ciclón bomba’, lo que aumentó drásticamente su humedad y fuerza.
En varias regiones de Estados Unidos, cayeron árboles que golpearon casas y cubrieron caminos en el noroeste de Washington.
Según un comunicado de South County Fire, en Lynnwood, Washington, una mujer falleció el martes por la noche cuando un árbol grande cayó sobre un campamento de personas sin hogar.
Se espera que la tormenta sea de larga duración, por lo que las autoridades instan a las comunidades expuestas a estar preparadas.
El NWS ha emitido una alerta para el norte de California, donde se espera que la tormenta alcance su máxima intensidad el miércoles por la noche.
En algunos lugares de Estados Unidos se podrían sentir los efectos del ciclón hasta el final de la semana con posibles deslizamientos de tierra y desprendimientos de rocas, especialmente en el norte de California y el suroeste de Oregón.
Alerta de tormenta de nieve
También se espera que el sistema arroje gran cantidad de nieve en las montañas. La tormenta, además, podría dejar una segunda ola de lluvias que se extenderá más al sur hasta la Costa Central y posiblemente llegue a partes del sur de California.
Se emitió una advertencia de tormenta de nieve para la mayoría de las cascadas en Washington, incluido el Parque Nacional Monte Rainier.
