Las graves inundaciones que sufrió Tiflis causaron al menos doce muertos y 24 desaparecidos en una ciudad literalmente invadida por osos, leones, tigres y lobos fugados de un zoológico.
'Todavía quedan animales por capturar. Quiero pedir a la población que evite desplazarse por la ciudad a menos de que sea estrictamente necesario', dijo a los ciudadanos el alcalde de la capital georgiana, David Narmanía, más de doce horas después de la tragedia.
El primer ministro georgiano, Iraki Garibashvili, transmitió sus condolencias a los familiares de los fallecidos y declaró luto nacional para este lunes.
Un gran dispositivo de las fuerzas de seguridad y los servicios de búsqueda y rescate tratan de localizar a las 24 personas que se dan por desaparecidas, además de algunos animales salvajes que aún merodean por las calles de Tiflis.
Muchos habitantes del centro de la urbe, donde se encuentra el zoológico del que escaparon más de 30 fieras, temen salir a la calle mientras no se dé caza al último de los peligrosos animales. Otros han superado su miedo y han acudido con palas y otros instrumentos a la llamada del Ayuntamiento para ayudar en las labores de limpieza y desescombro de las calles.
![]() Los empleados del zoológico mueven el cuerpo de un oso que pereció ahogado durante las severas inundaciones que afectaron este fin de semana la ciudad de Tiflis en Georgia.
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Decenas de familias se han quedado sin hogar y al menos 37 personas se han dirigido a los servicios médicos con heridas de diversa gravedad.
El río Vera, que pasa por el centro de la capital georgiana, ha salido de su cauce provocando a su paso la mayor parte de los daños, incluida la inundación de zoológico, donde, además de las fieras fugadas, murieron decenas de animales.
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Hasta veinte lobos, ocho leones, catorce pingüinos, varios tigres y jaguares se ahogaron sin abandonar el recinto, según la administración del zoológico.
Las fuerzas especiales del ministerio de Interior, apoyados por helicópteros, se desplegaron por los barrios anexos al zoológico con la intención de localizar y sedar a los animales fugados, pero ante el comportamiento agresivo de algunos ejemplares tuvieron que dispararlos a matar.