La existencia de un brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa en Ecuador y Perú, denunciada en Lima por la Fiscalía antidrogas, es percibida como una etapa hacia la implantación de esa organización criminal en el resto de América del Sur.
Un operativo antidrogas simultáneo de las policías peruana y ecuatoriana en Ayabaca (norte de Perú) y Loja (sur de Ecuador) respectivamente, puso bajo reflectores a ese brazo armado de dos cabezas sospechoso de haber asesinado a 24 policías y civiles en Perú.
La información se filtró a la prensa el 5 de enero, pero la acción policial en ambos países se realizó el 12 de noviembre de 2010, según dijo una fuente de la Cuarta Fiscalía contra el Crimen Organizado de Perú, que pidió reserva de su identidad por temor a represalias.
Las sospechas de la expansión continental coinciden con un informe de la firma estadounidense de estudios de inteligencia Stratfor que sostiene que el cartel dominará el tráfico de drogas en México en 2011.
La presencia del Cartel de Sinaloa en Perú ha ido de menos a más desde 2000 y la existencia de una banda armada, que actuaría a sueldo de ellos, va en la dirección de la hipótesis policial de que los mexicanos extienden sus tentáculos para controlar el mercado regional de la cocaína.
Ubicación
“El cartel de Sinaloa está manejando los puertos del norte de Perú, como Chimbote y Paita”, dijo Rubén Vargas, especialista en temas de narcotráfico al describir cómo actúan en suelo peruano.
Vargas resaltó que en ningún operativo policial han caído ‘capos’ mexicanos, sino más bien “colaboradores, personas que no forman parte importante de la estructura de los carteles”.
“Lo que sí queda claro -enfatiza- es que obedecen a mexicanos que la droga tiene como destino final o intermedio a México y que son los mexicanos los que mueven ese negocio”.
Para correr menos riesgos “los carteles mexicanos en Perú toman control del negocio a partir de los puntos de embarque y para la etapa previa de producción y traslado de la cocaína subcontratan a gente de la zona”, acotó Vargas.
Según la Policía peruana, el 70% del negocio lo maneja el Cartel de Sinaloa, seguido por el Cartel del Golfo y el Cartel de Tijuana, que actúan con apoyo de socios peruanos y colombianos.
El zar antidrogas peruano Rómulo Pizarro, presidente de la Comisión para el Desarrollo y Vida sin Drogas, había declarado en noviembre pasado que tres carteles mexicanos dominaban el negocio de las drogas en Perú, que es uno de los tres mayores productores mundiales de cocaína.