El campo de golf que tiene el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en South Ayrshire, en el suroeste de Escocia, apareció este sábado con una pintada sobre el césped que dice: “Gaza no está a la venta”, mientras que en el edificio del complejo también se pintaron mensajes a favor de la franja palestina.
El terreno del campo fue vandalizado esta madrugada por activistas que dibujaron ese mensaje en letras gigantes, con lo que dañaron el hoyo más prestigioso del terreno.
La organización Palestine Action, que afirmó haber sido la autora de esta medida de protesta, la describió como una “respuesta directa a la intención declarada de la administración estadounidense de hacer una limpieza étnica en Gaza”.
El presidente de EE.UU. ha propuesto desplazar a los palestinos de Gaza a países árabes vecinos y reconstruir la franja.
Hace unos días, Trump colgó un vídeo hecho a partir de inteligencia artificial (IA) en su cuenta de Truth Social, en el que aparecían él y el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, bebiendo en un imaginario complejo turístico titulado “Trump Gaza” y que parecía como un lugar de atracciones al estilo Las Vegas.
“Palestine Action rechaza el trato que Donald Trump da a Gaza como si fuera su propiedad y pudiera disponer de ella como quisiera. Para dejarlo en claro, le hemos demostrado que su propiedad no está a salvo de actos de resistencia. Seguiremos tomando medidas contra el colonialismo estadounidense-israelí en la patria palestina”, señaló un portavoz de la organización.
Sobre esta protesta, la Policía de Escocia informó de que sobre las 04.40 GMT de hoy recibieron una alerta de daños en el campo de golf y que la investigación de lo ocurrido “está en curso”.
Esta medida se conoció después de que en Londres los servicios de emergencia acordonasen hoy una zona que rodea el Big Ben porque un hombre con una bandera palestina consiguió escalar una parte de la torre Elizabeth que alberga el famoso reloj.
