“Me sentí triste, sí me dolió. No soy un robot que no siente”, declaró la gimnasta mexicana Alexa Moreno a la BBC tras enterarse que su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016, lejos de despertar orgullo, fue blanco de burlas por su apariencia física.
Memes y comentarios fuera de tono circularon por la red ese año, mismo en que la chica mexicana se posicionó en el número 30 del mundo de la gimnasia.
Moreno fue criticada por su baja estatura y una contextura física gruesa.
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Ahora, dos años después, Alexa hizo historia al convertirse en la primera gimnasta mexicana en lograr la medalla en unos mundiales, tras colgarse este viernes el bronce en la final de salto de los Campeonatos del Mundo que se disputan en Doha (Catar).
Moreno, que firmó una nota de 14.508, tan sólo se vio superada por la estadounidense Simone Biles, que se alzó con el oro con una puntuación de 15.366, y la canadiense Shallon Olsen, que logró la plata con una puntuación de 14.516.
Una medalla de bronce que confirmó la continua progresión de Alexa Moreno, que ya fue séptima en este mismo aparato en los Mundiales de Tokio 2011, Naning 2014 y Glasgow en 2015.
Sin duda Alexa es un ejemplo de temple y superación ya que, a pesar de la ola de desprecio que recibió de sus mismos compatriotas, logró demostrarles con una medalla que está destinada a llegar a lo más alto.