La brasileña Larissa Ramos fue ayer coronada Miss Tierra en el certamen internacional de belleza en Filipinas al que se presentaron aspirantes de unos ochenta países.
Larissa, de veinte años, nació en Manaus, capital del estado amazónico de Brasil, y ha reivindicado la conservación del Amazonas, de una de cuyas tribus desciende, durante el certamen internacional.
“El Amazonas es la mayor floresta del mundo. Los brasileños estamos aplicando la biotecnología para evitar la extinción de los microorganismos a causa de la contaminación”, declaró la ganadora a la agencia EFE.
“Me presenté a este certamen porque estudio biología y por tanto me interesa el fin medioambiental de Miss Tierra, así como el mundo de la belleza”, señaló la beldad de pelo y ojos color azabache, que comenzó su carrera de modelo hace tres años.
En segundo lugar quedó la filipina Sandra Seifert, que ganó el título de Miss Aire y la española Alejandra Echeverría fue cuarta finalista como Miss Fuego.
Bellezas por una causa
Dos de las finalistas fueron la venezolana Jessica Barboza y la española Alejandra Echevarría.
Barboza dijo en entrevista con EFE que le gustaría salvar su ciudad natal, Maracaibo, del cambio climático.
“Maracaibo es conocida como la Ciudad del Sol Amado y es muy caliente, pero las temperaturas han alcanzado los 45 grados centígrados por el calentamiento global”, explicó.
La representante de España en Miss Tierra, la joven jienense Alejandra Echevarría, ha hecho buena amistad con la concursante venezolana Jessica Barboza, con quien compartió podio de finalista.
“Bellezas por una causa” es el lema de este concurso de belleza, celebrado en Filipinas desde 2001 con el objetivo de instruir sobre la contaminación del medio ambiente y los efectos del cambio climático.
La ganadora del certamen recibirá 20 mil dólares y se convertirá en portavoz de la Fundación Miss Tierra y del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Pnuma.