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Brasil da inicio al Carnaval y se olvida unos días de sus problemas

  • 13 febrero 2015 /

Casi un millón de turistas viajaron a Brasil para disfrutar del Carnaval de Río que durará cinco días.

Río de Janeiro, Brasil.

El Carnaval más famoso del mundo fue inaugurado hoy por el ungido alcalde de Río de Janeiro, el rey Momo, quien a ritmo de samba dio el pitazo inicial para los próximos cinco días de fiesta hedonista en los que Brasil intentará olvidar los escándalos de corrupción y los problemas económicos.

'Por segundo año consecutivo recibo la llave de esta ciudad y declaro abierto el Carnaval de Rio', dijo en medio de una lluvia de aplausos y confetti el monarca de la locura carnavalesca, Wilson Dias da Costa Neto, de 28 años, al recibir la llave de la ciudad de manos del alcalde Eduardo Paes.

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'Entrego las llaves de la ciudad al rey Momo (...) Ahora es él quien deberá resolver los embotellamientos y las obras para los Juegos Olímpicos' de 2016, bromeó Paes, que vestía un sombrero Panamá y una camiseta con el símbolo del 450º aniversario de Rio, que se cumple el 1 de marzo.

La tradición indica que el rey Momo debe ser gordo para simbolizar los excesos -aunque la obligación de pesar más de 110 kilos fue derogada en 2004-, así como ser un excelente sambista. El jefe del carnaval es elegido cada año en un concurso.

Millones de cariocas y casi un millón de turistas bailarán por las calles y en las gradas del Sambódromo sin parar, disfrutando de los más de 35ºC del verano carioca y dejando a la ciudad ingresos por más de 420 millones de dólares.

El rey Momo es el encargado de inaugurar en el Sambódromo el carnaval 'oficial': los lujosos desfiles de las 12 grandes escuelas de samba en las noches del domingo y lunes, cada día frente a unos 70,000 espectadores, donde compiten por el título de campeona del carnaval.

Con la fiesta, al menos por unos días quedan atrás los problemas como el mal desempeño de la economía, que no creció en 2014 según las últimas previsiones del mercado, la sequía que afecta el sureste del país o el gigantesco escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, que habría beneficiado al gobernante Partido de los Trabajadores y a sus aliados.