Washignton. El secretario de la Marina estadounidense, Ray Mabus, ordenó ayer una revisión de la seguridad en todas las instalaciones de la Armada y el Cuerpo de Marines, anunció un funcionario de la institución un día después del tiroteo en una base en Washington.
La decisión fue adoptada luego de que el exreservista naval Aaron Alexis abriera fuego el lunes en un complejo de oficinas dentro de la base Navy Yard de Washington, adonde trabajaba, causando la muerte de 12 personas antes de ser abatido por la Policía. La Marina pretende ahora realizar dos revisiones físicas de seguridad en las bases de la institución.
Un auditoría inicial tiene por objetivo “garantizar que las normas de seguridad vigentes en la actualidad se mantengan”, dijo un responsable de la institución.
La segunda revisión es una “auditoría de seguridad más amplia para garantizar que normas de seguridad adecuadas sean aplicadas”, dijo sin dar más detalles.
Ambas instancias conciernen a las instalaciones situadas en territorio estadounidense, afirmó Mabus en su Twitter.
Falla
Una fuerte controversia surgió temprano ayer con la revelación de un informe de la Inspección General del Pentágono que está en curso y apunta a fallos en los controles para el acceso a las instalaciones de la Marina, debido a los recortes presupuestarios vigentes.
Ese informe fue revelado por la revista Time y su tenor fue confirmado a la AFP por un alto responsable del Pentágono.
El documento indica que la Marina obvió controles de seguridad en varias bases para ahorrar en sus partidas.
Se destaca en el documento que de 10 instalaciones estudiadas, en siete de ellas, incluida la Navy Yard, “la Marina no pudo disponer de los recursos y medios adecuados para verificar eficazmente los antecedentes de los subcontratistas externos”.
También se señala que 52 personas condenadas se beneficiaron de una autorización de seguridad para trabajar en estas instalaciones, según el alto funcionario del Pentágono.
Problemas
Aaron Alexis, tenía desórdenes mentales, en ocasiones no distinguía la realidad de sus fantasías y llegaba a escuchar voces, informó ayer la cadena CBS.
El individuo -que murió también en el tiroteo- “tenía problemas mentales, por lo que varias veces pidió ayuda al Departamento de Veteranos. Tenía episodios (de descontrol) por los que estaba tratando de conseguir tratamiento”, explicó el exasistente de dirección del FBI John Miller.
“Dijo que oía voces, perdía la conciencia de la realidad en ciertas ocasiones. Buscó tratamiento varias veces en varios lugares y también terminó frustrado (en su búsqueda)”, agregó.
Mientras continúan las investigaciones para dilucidar cuál fue la causa de su acción, varias fuentes cercanas al caso han afirmado que Alexis llevó a cabo el ataque con tres armas: un rifle de asalto, una pistola y una escopeta, que adquirió de manera legal recientemente en una tienda de armas en el estado de Virginia, pese a sus supuestos trastornos.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ha asegurado que aún no tiene una fotografía completa del pasado de Alexis; pero ha descartado que tuviese alguna conexión o vocación terrorista.
Al parecer, Alexis (34) era un individuo solitario que no frecuentaba las redes sociales y tenía problemas dentro de la compañía para la que trabajaba, una subcontratista de la empresa Hewlett Packard. AFP/Efe