Friedhelm Adolfs nunca pensó que su pasión por fumar y la falta de ventilación acabaría costándole su vivienda en la ciudad alemana de Düsseldorf, que deberá abandonar antes de finales de año.
Elanciano alemán de 75 años deberá mudarse de su piso de alquiler tras 40 años viviendo en él por su adicción al tabaco, según decidió la justicia alemana.
La dueña del piso alegó en su demanda para rescindir el contrato que el inquilino modificó el sistema de ventilación del piso y no volvió a abrir las persianas de madera. De esta manera, el humo de los cigarrillos se extendía a través de las escaleras del edificio molestando a los vecinos. Asimismo, interpuso una demanda de desahucio contra él.
'La rescisión es legítima', estableció el tribunal regional. 'Un inquilino puede en principio fumar en su piso. Sin embargo, el dueño no debe permitir que el humo de los cigarrillos inunden la escalera del edificio causando molestias inaceptables e insoportables', agregó.
De acuerdo con la justicia alemana, fumar en un piso no es contrario al contrato y por ello no es ninguna razón para la rescisión del mismo. No obstante, el inquilino ha incumplido la obligación de tomar medidas para evitar que el humo de los cigarros llegue al descansillo. 'Incluso promovió la molestia causada por el humo al ventilar de manera insuficiente su piso y al no haber vaciado sus numerosos ceniceros', indicó el tribunal.
Adolfs participó en una manifestación a favor del tabaco y consiguió donativos para cubrir los costos del proceso judicial. El anciano puede recurrir aún al Tribunal Supremo alemán.
