El Vaticano comenzó a estudiar formalmente las apariciones de la Virgen María en el santuario de Medjugorje, en el sur de Bosnia.
Una comisión internacional encabezada por el cardenal italiano Camillo Ruini, consejero del difunto papa Juan Pablo II, se ha conformado para estudiar el caso y presentar sus conclusiones ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, señaló ayer el Vaticano en un comunicado.
Las apariciones en Medjugorje han sido disputadas desde 1981, cuando seis jóvenes aseguraron haber visto a la Virgen en el lugar. A diferencia de las de Fátima, en Portugal, y las de Lourdes, en Francia, el Vaticano no ha declarado que las visiones son auténticas. Ni Roma ni la diócesis local han aprobado formalmente a Medjugorje como un santuario oficial.
Sin embargo, la falta de reconocimiento eclesiástico no ha impedido que más de treinta millones de fieles hayan visitado la remota aldea, 110 kilómetros al suroeste de Sarajevo, desde 1981. Uno de los últimos visitantes de alta jerarquía fue el cardenal austríaco Christoph Schoenborn, quien acudió al santuario en año nuevo, desatando un incidente diplomático menor, pues las peregrinaciones oficiales de la iglesia a Medjugorje están prohibidas. Schoenborn reiteró que viajó como un ciudadano común y no representando a la Iglesia, pero ofició la misa y se reunió con los que alegan haber visto a la Virgen.