05/12/2025
09:42 AM

La Alba acusa a EEUU de desestabilizar América Latina

Los presidentes de la ‘troika de la tiranía’ arremetieron contra Trump en La Habana.

La Habana.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), reducida por las salidas de Ecuador en 2018 y Bolivia hace un mes, cerró filas en La Habana con planes para relanzar programas sociales y energéticos de integración frente a la hostilidad de Estados Unidos.

A la cita, que celebró el 15 aniversario del bloque, asistieron los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Venezuela, Nicolás Maduro y Nicaragua, Daniel Ortega, además de representantes del resto de los países miembros.

Los líderes se reunieron a puerta cerrada, pero en un breve discurso en el acto de clausura Nicolás Maduro anunció el relanzamiento el año que viene del proyecto Petrocaribe, que data de 2005. La revitalización se produce en medio de presiones de EEUU sobre la industria petrolera venezolana mediante sanciones a PDVSA y a los buques que transporten combustible de ese país a Cuba.

Este programa de suministro de crudo venezolano ha sido clave para granjearle al Gobierno bolivariano el respaldo político de los países del Caribe beneficiados por la iniciativa.

Con esta iniciativa, los países de izquierda integrados en la alianza buscan dar nuevos bríos a la integración de sus países y garantizar su seguridad energética frente a las fuertes presiones de EEUU sobre los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, bautizados por la administración de Donald Trump como “la troika de la tiranía”.

'Falsedad'

Maduro también denunció la “ falsedad estadounidense” de responsabilizar a la izquierda latinoamericana, y en particular a Venezuela y Cuba, de las protestas masivas que han encendido la región en Chile, Ecuador y Bolivia.

Los mandatarios deploraron la “tergiversación vergonzosa de la realidad latinoamericana por EEUU”, cuya política hacia la región califican de “ intervencionista”.

El bloque sostiene que la política actual de Washington “plantea desafíos que generan claras violaciones a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”.

El mecanismo reiteró su solidaridad con Venezuela ante los “ataques imperialistas”, su oposición al embargo estadounidense sobre Cuba, los “intentos desestabilizadores” en Nicaragua y condenó “el golpe de Estado” contra Evo Morales.