Una empresa especializada en la venta de reptiles al por mayor fue acusada ante la justicia de conspirar para traficar con cientos de tortugas de agua dulce que eran capturadas ilegalmente en la naturaleza en Florida y se vendían en los Estados Unidos y en el extranjero como si hubieran sido criadas en cautividad.
La Fiscalía del distrito sur de Florida acusó a Michael Van Nostrand, de 54 años, y su empresa V Strictly Reptiles, con domicilio en la localidad de Davie (sureste de Florida).
Si son hallados culpables Nostrand puede ser condenado a una pena de hasta cinco años de prisión, más libertad supervisada y una multa de al menos 250.000 dólares, y su empresa a una multa de al menos 500.000 dólares, según un comunicado de la Fiscalía.
En Florida está prohibido tanto la recolección como la venta de tortugas de agua dulce capturadas en la naturaleza.
Según el comunicado, entre 2017 y 2019, los acusados y otras personas establecieron una red de “recolectores” que buscaban en las áreas silvestres de Florida ciertas especies, sobre todo las tortugas de barro de tres rayas (Kinsperson baurii).
Cuando las tortugas estaban ya en su poder, Van Nostrand las etiquetaba como criadas en cautiverio y la misma “mentira” decían los co-conspiradores -los “recolectores”- en documentos federales de divulgación de exportaciones.
La red vendió en Estados Unidos y en países como China y Japón cientos de tortugas capturadas ilegalmente, de acuerdo con la acusación.
Servicio federal de Pesca y Vida Silvestre y la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida investigaron conjuntamente este caso.
