El presidente norteamericano Barack Obama aceptó ayer el Premio Nobel de la Paz, aunque reconoció su papel como líder de una nación en guerra y subrayó que un conflicto bélico puede ser moralmente justificado.
“A veces la guerra es necesaria, y en cierta medida la guerra es una expresión de los sentimientos humanos”, declaró Obama al recibir el galardón, otorgado anteriormente a Nelson Mandela, la Madre Teresa y Martin Luther King, antes de que el mandatario estadounidense cumpliera un año en el poder, la entrega del premio desencadenó polémica internacional.
Obama afirmó que recibió el Nobel de la Paz con “gran humildad”. “En comparación con algunos de los gigantes de la historia que han recibido este premio -Schweitzer y King, Marshall y Mandela- mis logros son escasos”, señaló.
El presidente de Estados Unidos, quien al igual que otros ganadores recibirá un diploma, una medalla y el equivalente a 1.4 millones de dólares, insistió en su responsabilidad en los conflictos de Irak y Afganistán, adonde acaba de enviar treinta mil soldados adicionales.
EUA “ha ayudado a asegurar la seguridad mundial durante más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y la fuerza de nuestras armas”, afirmó, destacando los conflictos en Europa y Asia. “El servicio y el sacrificio de nuestros hombres y mujeres en uniforme ha promovido la paz y la prosperidad desde Alemania a Corea, y ha permitido que la democracia se instaure en lugares como los Balcanes”, agregó el sucesor de George W. Bush, que lanzó las guerras en Irak y Afganistán.
“Nuestras acciones importan y pueden inclinar a la historia en la dirección de la justicia”, dijo Obama en la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo.
Oriente Medio
“Soy responsable del despliegue de miles de jóvenes norteamericanos para combatir en una tierra distante. Algunos matarán. Algunos morirán”, dijo.
“Por eso he venido aquí con un profundo sentimiento del elevado costo de un conflicto armado, pensando en las difíciles cuestiones sobre la relación entre la guerra y la paz y nuestros esfuerzos para reemplazar a una con la otra”, explicó. Luego de advertir que la guerra “nunca es gloriosa, y jamás debe ser presentada como tal”, Obama alegó que “a veces puede no sólo ser necesaria, sino moralmente justificable”, añadiendo que las negociaciones no pondrán fin a la amenaza que representa Al Qaeda. El presidente norteamericano elogió a los manifestantes antigubernamentales en Irán, Birmania y Zimbabue, y dijo que Estados Unidos siempre apoyará a quienes busquen la libertad. La atribución del Premio Nobel de la Paz a Barack Obama ha sido cuestionada desde que el Comité Nobel hizo su sorpresivo anuncio en octubre pasado.
Reacción
El influyente secretario del Comité Nobel, Geir Lundestad, opinó ayer que es “totalmente aceptable” que Barack Obama haya justificado recurrir a la guerra al recibir el premio.
“Él se atrevió a presentar las cuestiones difíciles señalando el delicado equilibrio entre guerra y paz y por qué, en determinadas circunstancias, no se puede escapar de la guerra”, dijo.
Durante la ceremonia, el presidente del Comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland, afirmó que “la Historia puede decirnos mucho sobre oportunidades perdidas”. “Es ahora que tenemos la oportunidad de apoyar las ideas del presidente Obama.
El premio de este año es en realidad un llamado a la acción para todos nosotros”, indicó. Antes de la ceremonia, Obama dijo en una conferencia de prensa que utilizará el premio para reforzar su política exterior. Obama elogió la hospitalidad noruega en Oslo, donde reinaba la decepción por su decisión de abreviar su estadía, eludiendo el tradicional almuerzo con el rey un día después de la ceremonia, para regresar a su país.
En Estados Unidos se ha constatado que la enorme popularidad de que gozara Obama inicialmente ha comenzado a disminuir.
Barack Obama acudió ayer por la noche al banquete tradicional en honor al galardonado en el Grand Hotel y abandonará Oslo hoy.
Protestas en contra de Obama
Unas diez mil personas marcharon ayer por la noche en dos manifestaciones, después de la ceremonia en la que el presidente estadounidense Barack Obama recibió el Premio Nobel de la Paz y pronunció un discurso en el que justificó recurrir a la guerra.
Más de seis mil personas marcharon pacíficamente en contra de las armas nucleares y acabaron frente al hotel en que se alojaba Obama en la capital noruega, informaron la Policía y los organizadores. Obama, quien en su discurso al recibir el premio dijo que 'a veces la guerra es necesaria, y en cierta medida la guerra es una expresión de los sentimientos humanos', saludó a la multitud desde el balcón de su hotel durante varias minutos con su esposa Michelle, protegidos por una mampara a prueba de balas.
Algunos de los manifestantes llevaban carteles en los que se podía leer 'no a las armas nucleares'.
Además
En el discurso de Obama ayer se encontraban los reyes de Noruega, Harald y Sonia, y el actor estadounidense Will Smith.
La novelista Herta Müller aceptó ayer el Nobel de Literatura por su crítica representación de la vida detrás de la Cortina de Hierro.
Los premios Nobel de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía se entregaron en Estocolmo.