29/04/2024
08:14 PM

Yester sueña con celebrar su tercer cumpleaños en casa

Hace 16 meses lo diagnosticaron y desde entonces está hospitalizado.

San Pedro Sula, Honduras.

Mientras muchos niños ya sueñan con disfrutar la magia de la Navidad, el pequeño Yester Mauricio Pérez libra una lucha contra el síndrome de Guillain Barré, que ha paralizado parte de su cuerpo.

En sus ojos se puede notar el espíritu de alegría que guarda en su corazón el pequeño quien lleva 16 meses en la sala de cuidados intensivos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), donde ha recibido por parte del personal de salud las atenciones y cuidados necesarios.

Sépalo
1. Necesidades
Como parte de su tratamiento Yester, requiere de una cánula fenestrada para tener posibilidad de hablar y más movilidad, un B-Pap y una tablet.
2. Además
También requiere de una silla de ruedas, colchón de aire, una silla especial donde poder sentarse, pañales, y toallas húmedas.
“Gracias a Dios mi hijo está saliendo adelante, es un niño muy valiente, el próximo 31 de diciembre cumplirá tres añitos”, refiere su madre Ingrid Vanesa Regalado Torres (de 20 años de edad).

Recuerda que durante un fin de semana el pequeño presentó malestar por gripe y fiebre y se le paralizó una pierna, por lo que el lunes muy temprano lo llevó al IHSS, donde luego de varios estudios clínicos, los médicos le diagnosticaron el síndrome de Guillain-Barré, el cual es un problema de salud grave que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca parte del sistema nervioso por error. Esto lleva a que se presente inflamación en los nervios, ocasiona debilidad muscular o parálisis y otros síntomas.

Dicho mal puede presentarse a cualquier edad, pero a Yester le fue diagnosticado cuando apenas tenía un año y medio de edad.

Su sueño

“No se sabe cuándo me lo darán de alta, solo Dios lo sabe, porque los médicos hacen todo a diario, y también hasta consultan con doctores de otros países para ver qué se le puede dar”, manifiesta Ingrid, quien viaja desde Chamelecón todos los días para estar al lado del niño, mientras el padre, Melvin Maurcio Pérez, trabaja como operario en una maquila en Villanueva.

Señala que al pequeño se le brindan terapias especiales y otros tratamientos.

“Al principio no se movía, ahora ya puede mover sus manos, hombros y sostiene más la cabeza”, detalla.

Yester anhela recibir la Navidad y su tercer cumpleaños, el 31 de diciembre, en su casa.