A los seis años J.A. fue víctima de su propio padre, bajo amenazas lo violaba en su propia casa aprovechando que la madre salía de la vivienda.
Durante once años el joven guardó silencio, pero su conducta irregular en la escuela y colegio hacían pensar a sus maestros que algo ocurría en la vida de aquel niño.
Su madre ignoró por mucho tiempo lo que ocurría. Pero después de tantos vejámenes el joven decidió contarle a su progenitora los horrores a que era sometido y después de un año decidieron denunciarlo.
El 12 de mayo de 2010 acudieron a la posta policial en Yarumela, La Paz, donde interpusieron la denuncia y el 14 de mayo su padre fue detenido.
Apenas seis días guardó prisión y ahora ha regresado de nuevo a su hogar. La madre y el hijo se retractaron, retiraron la denuncia.
Los vecinos afirmaron que las amenazas de que fueron objeto madre e hijo provocaron el cambio en la versión inicial de hechos que registra la Policía.
Los hechos
El 13 de mayo de este año, la denuncia que interpusieron Gloria Díaz y su hijo sacó a luz uno de los casos más escalofriantes jamás vistos en el departamento de La Paz.
En el relato de hechos señalan que desde que J.A. tenía seis años comenzó a ser abusado por su padre.
En casa tenía destinado un dormitorio privado de uso exclusivo para cometer los abusos sexuales en contra de su hijo, donde no permitía que nadie ingresara.
El niño era intimidado y amenazado con arma de fuego cuando se negaba a los pedidos de su padre. Esa tortura se repitió durante once años.
Así transcurrió el tiempo y J.A. entró a la escuela, después al colegio. Quienes lo conocieron lo recuerdan con su rostro triste y retraído.
Hace un año aproximadamente, Jonathan en un momento de desesperación decidió contarle a su madre lo que ocurría.
Cuando Gloria se enteró de lo que pasaba, la mujer reaccionó indignada y le reclamó fuertemente a su esposo por lo ocurrido; sin embargo, el hombre usó la violencia como mecanismo de defensa y amenazó tanto a su compañera como a su hijo; Gloria también se sumó a la cadena de silencio.
La vida cambió en la familia, el miedo les dominaba, el asedio era constante, hasta que un día cuando ya no soportaban tanto maltrato decidieron interponer la denuncia. “El 13 de mayo llegaron a las instalaciones policiales la madre y el menor, quienes relataron lo que ocurría.
De inmediato en coordinación con el Ministerio Público se hicieron las coordinaciones para que el Juzgado de Letras Seccional de La Paz emitiera la orden de captura contra el agresor.
Se asignó un equipo especial de Policías de la Dirección Nacional de Investigación, Dnic, quienes iniciaron una investigación especial, logrando reunir los medios probatorios”, indicó Walter Flores Mencía, jefe departamental en La Paz.
El 14 de mayo se capturó a Mariano López Ortiz, de 43 años, un comerciante, quien fue puesto a la orden de los juzgados y con las evidencias presentadas fue remitido al Centro Penal de La Paz.
El Ministerio Público de inmediato solicitó al médico forense que se le practicara una evaluación médica al menor, donde se determinó que J.A. sí había sido abusado.
Se retractan
Después que Mariano fue detenido en su vivienda, su esposa e hijo, según el relato de vecinos, fueron amenazados y por eso se vieron obligados a retirar la denuncia. Ante el cambio de declaración, los juzgados libraron una nueva orden de captura, pero esta vez contra Gloria y su hijo por los delitos de falso testimonio.
La mujer fue detenida y pasó seis días recluida en el Centro Penal de La Paz; su hijo huyó.
El temor de lo que su padre y esposo podían hacerles les hizo negar todas las acusaciones que inicialmente brindaron a las autoridades cuando interpusieron la denuncia. Buscamos obtener la versión de Gloria pero el día que el equipo de LA PRENSA llegó al Centro Penal en La Paz, ésta había salido libre.
La buscamos en su vivienda, pero fue imposible obtener una entrevista. Ahora Mariano ha vuelto al hogar.
La Policía da seguimiento a las informaciones que establecen que Mariano también pudo haber abusado de dos menores de edad que son familia y que frecuentaban la vivienda. Estos extremos no han sido verificados pero el caso está abierto y se documenta para determinar si hay evidencias.
Este caso ha alertado a las autoridades quienes ahora establecen jornadas de educación en los centros educativos de La Paz para que los niños y niñas puedan denunciar los abusos a los que son sometidos por familiares o amigos que frecuentan sus hogares.
Organizaciones no gubernamentales se suman a la campaña que promueve la Policía y enfocan su accionar en el tema ante el incremento de abusos que en los últimos dos años ponen en evidencia la proliferación de abusos, especialmente en las zonas rurales de este departamento.
J.A. sabe que del lado de su progenitor será imposible iniciar su vida, espera graduarse y buscar una nueva vida.
Abusos, el delito de mayor incidencia
Los abusos contra menores es uno de los delitos de mayor incidencia en La Paz. En el Plan estratégico que ha elaborado la Jefatura Departamental establecen mecanismos a emplear para bajar la incidencia.
Dentro de las estrategias se contempla implementar la cultura de la denuncia, porque muchos casos pasan en el anonimato por el temor que enfrentan las víctimas. Se prepara una campaña de sensibilización en el tema que ayude a los niños de escuela, estudiantes y docentes a detectar casos de abusos.
En poblados como Santiago Puringla, Yarumela y Marcala se han detectado casos de abusos que han sido del conocimiento del Ministerio Público.
Las jóvenes abusadas han sido declaradas en riesgo social, las madres se niegan a creer que sus esposos puedan ser los abusadores y las menores se ven abandonadas, por lo que son remitidas a los centros de protección del INFHA.