Santa Bárbara, Honduras.
La Corporación Municipal aprobó por unanimidad la venta restringida de pólvora en esta ciudad. Asimismo, exigió a los dueños de los negocios medidas de máxima seguridad y prevención a fin de evitar consecuencias mayores.
Luis Toro, jefe del Juzgado de Policía, informó que ya se extendieron los permisos, pero antes los dueños de los establecimientos de cohetes deben cumplir con las exigencias del Cuerpo de Bomberos.
No se permite la permanencia de menores en los lugares de las ventas y no venderle a los niños ningún tipo de pólvora. A quien incumpla estas normas se le cancelará el permiso y le decomisarán el producto, dijo Toro.
Los puestos están ubicados en los barrios Las Galeras y Abajo. Los vecinos se molestan porque los locales cubren algunas calles principales y no hay acceso suficiente para los vehículos.
“Estas cosas son peligrosas. Deberían enviarlos a un lugar aislado. Pero aquí se ponen en peligro las vidas de otras personas. Ni nos gusta escuchar las explosiones de esos cohetes”, expresó Isabel Merino, del barrio Las Galeras.
El Cuerpo de Bomberos pidió a los vendedores que mantengan barriles con agua en cada lugar, que alejen a los fumadores y que traten de tener extintores para poder estar atentos a una emergencia, ya que la pólvora puede explotar con una simple chispa.
Este año, un padre y sus dos hijos murieron cuando estalló una cohetería clandestina en el barrio La Magdalena.
La Corporación Municipal aprobó por unanimidad la venta restringida de pólvora en esta ciudad. Asimismo, exigió a los dueños de los negocios medidas de máxima seguridad y prevención a fin de evitar consecuencias mayores.
Luis Toro, jefe del Juzgado de Policía, informó que ya se extendieron los permisos, pero antes los dueños de los establecimientos de cohetes deben cumplir con las exigencias del Cuerpo de Bomberos.
No se permite la permanencia de menores en los lugares de las ventas y no venderle a los niños ningún tipo de pólvora. A quien incumpla estas normas se le cancelará el permiso y le decomisarán el producto, dijo Toro.
Los puestos están ubicados en los barrios Las Galeras y Abajo. Los vecinos se molestan porque los locales cubren algunas calles principales y no hay acceso suficiente para los vehículos.
“Estas cosas son peligrosas. Deberían enviarlos a un lugar aislado. Pero aquí se ponen en peligro las vidas de otras personas. Ni nos gusta escuchar las explosiones de esos cohetes”, expresó Isabel Merino, del barrio Las Galeras.
El Cuerpo de Bomberos pidió a los vendedores que mantengan barriles con agua en cada lugar, que alejen a los fumadores y que traten de tener extintores para poder estar atentos a una emergencia, ya que la pólvora puede explotar con una simple chispa.
Este año, un padre y sus dos hijos murieron cuando estalló una cohetería clandestina en el barrio La Magdalena.
