Venezuela ocupa actualmente una posición secundaria como productor, la calidad de su cacao es reconocida mundialmente por su variedad criollo.
Chuao, un pequeño pueblo de la costa caribeña en el norte de Venezuela, rodeado de las montañas del parque nacional Henri Pittier, es sin duda el último lugar del mundo donde se encuentra el mismo cacao utilizado por los precolombinos en el primer milenio. Se trata de semillas recolectadas en los cacaotales criollos, cultivados bajo los grandes árboles de la jungla.
Originario de la América tropical, actualmente hay tres tipos de cacao en el mundo: el criollo, forastero y trinitario.
El criollo representa el 10 por ciento de la producción mundial. Es considerado el más fino y el más sabroso, pero es el de menor rendimiento.
El forastero es más robusto, su producción es más abundante, pero es considerado claramente menos sabroso, más amargo. Finalmente, el trinitario es una especie híbrida, que alía la fortaleza del forastero y un poco del gusto del criollo.
El chocolate es presentado en variedad de figuras: como pelota de fútbol, trozos en forma de cuadro y corazones, entre otros.
Nigeria y Camerún
La calidad de las habas recolectadas en los criollos, en las montañas en torno a Caracas, sigue siendo reconocida como las de perfume más sutil.
Después de 1825, la mayoría de las nuevas plantas introducidas en esas nuevas explotaciones pertenece a la variedad híbrida de los trinitarios. Para salvar la calidad del cacao venezolano, Palmaven, una filial de Petróleos de Venezuela, Pdvsa, asociada a la empresa chocolatera francesa Valrhona, inició nuevas plantaciones para producir el cacao porcelana, una de las variedades más finas de criollo, la más sabrosa y la más aromática del mundo.
Chuao fue uno de los primeros poblados fundados en Venezuela a mediados del silo XVI. Sus primeros habitantes, pertenecientes a la gran familia Caribe, fueron exterminados casi en su totalidad en los primeros años de la colonización española.
No obstante, dejaron un emporio testimonial arqueológico de su rica diversidad cultural adormecida como larga memoria en el subsuelo de esta región. Hoy, este poblado se afama de tener el mejor cacao de Venezuela.
El cacao del Chuao está vendido en exclusividad y por los próximos tres años a una empresa italiana, Amadeus.