La Ceiba, Honduras.
La organización Un Mundo les está cambiando la vida a niños, jóvenes y adultos que residen en varias comunidades de la Cuenca del Río Cangrejal, diseñando y desarrollando una diversidad de programas y proyectos que atienden las necesidades básicas de la población de esa zona, perteneciente al municipio de La Ceiba.
Esta organización sin fines de lucro está desarrollando tres programas encaminados a mejorar la calidad de vida de los habitantes. Uno es educación especial, una iniciativa que tiene como finalidad ofrecer mejores oportunidades de acceso a educación y salud para niños con barreras educativas y físicas, e insertarlos a una sociedad más justa. Este proyecto se implementa en ocho comunidades: El Naranjo, El Pital, Las Mangas, Yaruca, Nueva Suyapa, Toncontín, El Paraíso y Urraco.
‘‘Esta organización hace mucho con poco. Nació en California, Estados Unidos, pero su trabajo lo realiza en la Cuenca de El Cangrejal. Trabajamos alrededor de las comunidades bansándose en rehabilitación. Trabajamos en tres áreas: educación, arte, salud y medios de vida sostenible”, manifestó Denis Espinal, director ejecutivo de Un Mundo.
Con este componente se benefician en la actualidad unos 57 niños que padecen de una discapacidad, y donde se integra a los niños de cada localidad a una escuela regular. En cada uno de los centros educativos, Un Mundo facilita la presencia de un voluntario local, quien apoya al docente en el diseño de herramientas metodológicas que faciliten la enseñanza y aprendizaje del niño.
“La maestra no puede estar con estos niños especiales y yo me encargo de que aprendan. Jugando aprendiendo para que puedan aprender los números lo hacemos jugando bingo y otros juegos. Así pasamos los días en la escuela”, detalló la voluntaria Lohani Castillo.
Conexiones de alfabetización
Es una iniciativa de programa que tiene como finalidad aumentar los niveles de lectura y escritura, la conciencia crítica, social-ambiental, y el liderazgo local. Actualmente se trabaja en 8 comunidades. Y se desarrolla programación de lecto-escritura que beneficia a 300 niños de 0-9 años, club de lectores a 200 niños de 10-14 años, club juvenil a 80 jóvenes de 15-18 años, y alfabetización de adultos a 50 personas. En cada una de las comunidades se cuenta con un promotor de lectura o mentor voluntario, quien lidera o desarrolla la programación.
El programa cuenta además con una bibliotecaria y 15 jóvenes voluntarios en edades entre 13-17 años, quienes trabajan en la promoción de la programación en las comunidades postergadas, y realizando horas de cuentos en los centros educativos para despertar e incidir el interés por la lectura.
El tercer programa consiste en agua y saneamiento básico: la finalidad es dar acceso a agua limpia que contribuya a mejorar las condiciones sanitarias de las personas a través de un nuevo proyecto de agua.
La organización Un Mundo les está cambiando la vida a niños, jóvenes y adultos que residen en varias comunidades de la Cuenca del Río Cangrejal, diseñando y desarrollando una diversidad de programas y proyectos que atienden las necesidades básicas de la población de esa zona, perteneciente al municipio de La Ceiba.
Esta organización sin fines de lucro está desarrollando tres programas encaminados a mejorar la calidad de vida de los habitantes. Uno es educación especial, una iniciativa que tiene como finalidad ofrecer mejores oportunidades de acceso a educación y salud para niños con barreras educativas y físicas, e insertarlos a una sociedad más justa. Este proyecto se implementa en ocho comunidades: El Naranjo, El Pital, Las Mangas, Yaruca, Nueva Suyapa, Toncontín, El Paraíso y Urraco.
‘‘Esta organización hace mucho con poco. Nació en California, Estados Unidos, pero su trabajo lo realiza en la Cuenca de El Cangrejal. Trabajamos alrededor de las comunidades bansándose en rehabilitación. Trabajamos en tres áreas: educación, arte, salud y medios de vida sostenible”, manifestó Denis Espinal, director ejecutivo de Un Mundo.
Con este componente se benefician en la actualidad unos 57 niños que padecen de una discapacidad, y donde se integra a los niños de cada localidad a una escuela regular. En cada uno de los centros educativos, Un Mundo facilita la presencia de un voluntario local, quien apoya al docente en el diseño de herramientas metodológicas que faciliten la enseñanza y aprendizaje del niño.
“La maestra no puede estar con estos niños especiales y yo me encargo de que aprendan. Jugando aprendiendo para que puedan aprender los números lo hacemos jugando bingo y otros juegos. Así pasamos los días en la escuela”, detalló la voluntaria Lohani Castillo.
Conexiones de alfabetización
Es una iniciativa de programa que tiene como finalidad aumentar los niveles de lectura y escritura, la conciencia crítica, social-ambiental, y el liderazgo local. Actualmente se trabaja en 8 comunidades. Y se desarrolla programación de lecto-escritura que beneficia a 300 niños de 0-9 años, club de lectores a 200 niños de 10-14 años, club juvenil a 80 jóvenes de 15-18 años, y alfabetización de adultos a 50 personas. En cada una de las comunidades se cuenta con un promotor de lectura o mentor voluntario, quien lidera o desarrolla la programación.
El programa cuenta además con una bibliotecaria y 15 jóvenes voluntarios en edades entre 13-17 años, quienes trabajan en la promoción de la programación en las comunidades postergadas, y realizando horas de cuentos en los centros educativos para despertar e incidir el interés por la lectura.
El tercer programa consiste en agua y saneamiento básico: la finalidad es dar acceso a agua limpia que contribuya a mejorar las condiciones sanitarias de las personas a través de un nuevo proyecto de agua.
