El complejo turístico Pech es un proyecto modelo concebido para promover la riqueza ecológica y cultural de esta comunidad étnica, asimismo brindar oportunidades de empleo y desarrollo para los pobladores y su localidad.
El proyecto fue posible gracias al financiamiento del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), y ejecutado por el Fhis (Fondo Hondureño de Inversión Social), a través del DIPA (Programa de Desarrollo Integral de Pueblos Autóctonos), en la comunidad de Moradel, tiene un costo de 3.3 millones de lempiras.
Eugenio Montes, presidente del Consejo Tribal de esta comunidad, señaló que este proyecto es de gran importancia para la etnia Pech.
“Con esto nos viene a generar fuentes de empleo y a promover nuestro entorno ecológico y cultural”, dijo.
El complejo está compuesto por cuatro cabañas, un restaurante y una piscina, el cual está ubicado a los pies del espeso verdor del Cerro Capiro, en la comunidad de Moradel.
“Aquí el visitante tiene un contacto directo con la naturaleza y con nuestra cultura y costumbres, por lo que es un lugar encantador y acogedor”, manifestó Montes.
Esta iniciativa ha permitido ahora que esta comunidad sea un destino turístico obligado a visitar para los que llegan a Trujillo, donde la cultura, la ecología y la gastronomía Pech están en su máxima expresión.
Además de la promoción del lugar, para los vecinos es una gran ayuda, ya que el proyecto es de la comunidad, y demanda empleados de las mismas. “Son grandes los beneficios que tenemos, y tratamos de que la gente se lleve la mejor impresión, pues el proyecto es nuestro y hay que cuidarlo”, explicó René Montes, responsable de la administración y mantenimiento de este local.
Los fondos destinados para este complejo turístico es una donación, que ha llegado como una bendición a esta comunidad con grandes problemas de pobreza y muchas necesidades básicas.
La comunidad de Moradel es el asentamiento insigne de la etnia Pech en este municipio.
En esta comunidad los pobladores aún viven en contacto con la naturaleza, por lo que hace que el sitio sea más acogedor y natural.
La arquitectura de las cabañas tiene impregnado el estilo propio de la comunidad, donde el techo de guano y el ladrillo se imponen en estas edificaciones.