Dos escalones abajo del comercio sexual asolapado de las prepago está el descarnado servicio de las casas de masaje y los pseudospas que abiertamente ejercen la prostitución, explotación que alcanza a menores de edad.
Ver serie de investigación: Jóvenes víctimas del comercio sexual
Muchas de las jóvenes son reclutadas en escuelas y colegios, parques y terminales de buses, reveló Marlene Banegas, coordinadora del Ministerio Público en San Pedro Sula. Los proxenetas las seducen con dinero y ofrecimientos de trabajo o mejorar las condiciones de vida; pero una vez en el negocio, el mundo de estas muchachas se convierte en un martirio. Las autoridades están tras la pista de varias redes de trata que operan en Tegucigalpa, San Pedro Sula y el occidente del país.
Entre 2011 y 2012, la Fiscalía de la Niñez en conjunto con la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación y la Policía desmantelaron cuatro centros en Tegucigalpa y San Pedro Sula que albergaban a jóvenes de varios departamentos; la red operaba reclutando, trasladando y explotando a las muchachas.
Al menos 30 pseudospas ubicados en San Pedro Sula están bajo investigación, y para mantenerse ocultos, sus dueños cambian periódicamente de domicilio o deciden manejar por teléfono el negocio.
“Damos seguimiento a las casas de masaje que operan en la clandestinidad. Vigilamos 30 centros para tener las evidencias precisas y solicitar la intervención ante la Fiscalía para allanar los locales y desmantelar las redes, las cuales encuentran en las menores y muchachas jóvenes una fuente de lucro con la explotación sexual”, informó un investigador de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI).
Los negocios han sido identificados en zonas residenciales de la capital industrial y en viviendas que simulan ser casas normales, pero operan clandestinamente ofreciendo sus servicios con jovencitas procedentes del interior del país.
Honduras prohíbe la prostitución forzada. Los artículos 149 y 184 del Código Penal establecen las sanciones para los explotadores o tratantes sexuales que promueven o induzcan la prostitución con fines de lucro en el país.
El Código de la Niñez tipifica la prostitución y la pornografía de la niñez como delito de explotación económica. Las autoridades han capturado hondureños y extranjeros que bajo esta modalidad se dedican al proxenetismo de adolescentes y adultos.
Para Marlene Banegas es preocupante el auge de los negocios dedicados a que jóvenes presten servicios sexuales. “Es tiempo de analizar las dimensiones, la proliferación de prostíbulos y casas de masajes, que por un lado se castiga, pero por otro se reconoce y se fomenta por acción u omisión”.
En San Pedro Sula, el 12 de noviembre de 2011 fueron desmantelados dos centros de masajes ubicados en las colonias Jardines del Valle y San Carlos de Sula porque se detectó una red de trata de personas que operaba en todo el país. Allí se encontró a seis jóvenes originarias de Talanga, La Paz, Lempira, Choloma y San Pedro Sula, entre ellas una muchacha de 16 años.
En la operación se detuvo a dos personas y se les acusó de proxenetismo. Las autoridades investigaban la identidad de los reclutadores que serían parte de la red y quienes coludidos con los explotadores reclutaban y trasladaban a las jóvenes hacia San Pedro Sula para ser explotadas sexualmente desde sus ciudades de origen.
La denuncia de ciudadanos es clave para que las autoridades identifiquen las viviendas adonde operan las casas de masaje e investigar los casos de explotación infantil.
“Gracias a la denuncia oportuna hemos desmantelado dos centros que funcionaban como casas de masaje, pero que eran centros de prostitución. Se sigue la pista a otros lugares que la misma ciudadanía ha denunciado. Se tiene vigilancia y se programarán otros operativos para desmantelarlos, y a las personas que resulten involucradas en los delitos de explotación sexual se les aplicará todo el peso de la ley”, dijo Thelma Martínez, fiscal de la Niñez en San Pedro Sula.
En Tegucigalpa, el 23 de mayo de 2012 la Policía apresó al chileno Óscar Fidel Hornazabal por tener orden de captura por proxenetismo agravado y proxenetismo simple en contra de varias jóvenes.
Hornazabal era el dueño de varias casas de masajes que ofrecían servicios sexuales y fueron allanadas el 26 de abril de manera simultánea en las colonia 15 de Septiembre y Alameda de la capital, adonde mantenía -según denuncias- a menores de edad. La Fiscalía Especial de la Niñez comprobó que mujeres y menores de edad ofrecían servicios sexuales.
En Choloma, el 17 de septiembre de 2011, fue desarticulada una red de supuestos proxenetas en la colonia Cerro Verde, cuando elementos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal en un operativo con la Policía Preventiva y la Fiscalía allanaron una casa adonde encontraron a jóvenes que eran explotadas y apresaron a varias personas con droga y armas.
Abundan los pseudospas
“Las más lindas chicas VIP te harán un masaje relajante que te hará olvidar el estrés con la suavidad de sus delicadas manos. 2x400 lempiras, elegantes habitaciones climatizadas, parqueo privado y seguridad, ven y sorpréndete”. Este es uno de los anuncios publicados en Internet, adonde las supuestas casas de masajes ofrecen sexoservicio a hombres y mujeres.
No hay dirección, solo aparecen tres números de teléfono. Al pactar la cita, la mujer da la dirección y los clientes llegan a la casa ubicada en una zona residencial. No hay rótulo, está amurallada y cuenta con estacionamiento. En el interior hay siete muchachas que rondan los 20 a 24 años, visten diminutos shorts y faldas cortas que dejaban ver la silueta de sus piernas, blusas pegadas al cuerpo y tacones altos. Los clientes escogen las chicas que más les gustan para disfrutar 60 minutos de relajación.
De la tarifa que los clientes pagan, las jóvenes ganan 50% y el resto es para la casa de masajes. Para ampliar sus ingresos, las jovencitas hacen que los clientes soliciten el sexoservicio, por el cual deben pagar mil lempiras adicionales que se incluyen en los 60 minutos, pero si pide más tiempo se cobra tiempo extra.
Alicia -nombre ficticio de la joven que relató su historia- trabajaba en una tienda de electrodomésticos, pero una vecina la motivó a cambiar de empleo asegurándole que había un trabajo adonde ganaría mucho dinero. No le explicó qué tipo de trabajo haría, acudió a la entrevista, pero desde que llegó el interés de los dueños fue que vistiera ropa sexi.
“Tenía 20 años cuando llegué, el lugar es elegante. A los dueños no les interesó si tenía experiencia, yo no podía dar masajes, solo querían una cara bonita, buen cuerpo y que fuera amable. Me dijeron que para quedarme tenía que consentir a los clientes, que eran personas de dinero, muy educados y que si me portaba bien ganaría buena paga. Les pregunté qué debía hacer y me dijeron: dar masajes. Acepté porque mi amiga prometió enseñarme y que todo sería fácil”.
Le señalaron que no debía tener contacto con los clientes, pero en poco tiempo comprobó que no era verdad, las muchachas después del masaje, por dinero extra, permitían que las tocaran o tenían relaciones sexuales. “No tenía valor de llegar a tanto, al principio me dio miedo, pero las compañeras me fueron enganchando y cuando menos lo pensé me acosté con un hombre de unos 32 años. Era un empresario que me seleccionó”, dijo Alicia.
Se cambió el nombre por Cristal. Durante 12 horas ha trabajado como masajista y al salir se convierte en la estudiante que muchos conocen. “En días buenos alcanzo a ganar dos mil lempiras con los servicios extras, porque del masaje solo gano 200 por cliente. Con esos ingresos costeo mis estudios y a finales de este año me voy a graduar de ingeniera industrial”.
Las jóvenes que ingresan a este negocio deben proporcionar obligatoriamente una fotografía a los pseudospas que cuentan con catálogos para promocionarlas. Relatan que los clientes llegan a la casa y otros a domicilio, aunque se cobra más.
“Vamos a lugares que los clientes seleccionan, la mayoría conocidos. Una regla es cuidar la seguridad y evitar a toda costa que algo nos pueda pasar”, dijo otra de las jóvenes entrevistadas.
Los centros de masajes son el anzuelo para captar y reclutar niñas y ofrecerlas con fines sexuales y muchas han sido sacadas por Puerto Barrios hacia Guatemala, México y Belice, reveló Thelma Martínez, coordinadora de la Fiscalía de la Niñez.
“Solo en 2012 se rescató a más de 10 menores, no se descarta que hay más en las casas de masaje. El problema es que son centros que ofrecen servicios de masajes, pero aparejado va el ofrecimiento del acto sexual. Esperamos que una vez terminadas las vigilancias se logre identificar para proceder a allanarlos”, agregó.
Algunos extranjeros, según la Fiscalía de la Niñez, no solo vienen al país a solicitar y pagar servicios de menores de edad, sino que también las llevan fuera. “Mexicanos y colombianos llegan a solicitar servicios de niñas, sacan documentos falsos, las hacen pasar como mayores de edad, las alojan en hoteles de lujo y les compran pasajes. Es una red en la que participan varias personas, quien las traslada no es el mismo que las lleva al hotel, ni el que las saca del país, y eso obstaculiza que las menores puedan identificar a los explotadores”, agregó la fiscal Martínez.
Código de la Niñez
Artículo 134
Incurrirá en delito de explotación económica y serán sancionados con reclusión de tres a cinco años quien promueva, incite o haga que un niño realice actividades deshonestas, tales como la prostitución, la pornografía, la obscenidad y la inmoralidad. Quien obligue o incite a un niño a realizar actividades ilícitas. Quien con motivo de trabajos familiares o domésticos infrinja los derechos de los niños establecidos en el presente código.
Fiscalía tiene listas 8 órdenes de captura
En San Pedro Sula se ejecutó la primera condena por el delito de trata y tráfico de personas en 2012. Se trata de German Castillo, un hondureño que trasladaba menores a México. El testimonio de dos jóvenes de 13 y 15 años de Cofradía influyó para que el acusado fuera condenado a 70 años de prisión. Las menores relataron que estaban siendo explotadas sexualmente en un prostíbulo de México. La Policía de ese país las rescató y trasladó a Honduras.
Este es uno de los casos que la Fiscalía documentó, pero aseguran han trabajado en ocho requerimientos contra miembros de estas redes, han sido presentados y las órdenes de captura emitidas. Se espera que sean ubicados para que puedan ser juzgados por la explotación de menores que se encontraban en centros de masajes y luego llevadas afuera del país.