Tegucigalpa, Honduras.
Los transportistas y el Gobierno no llegaron anoche a un acuerdo sobre la revisión de la tarifa y reducción del costo del combustible, por lo que hoy se realizará un nuevo paro en el transporte público.
El ministro del Trabajo, Carlos Madero, nombrado como nuevo mediador, propuso a los transportistas un alza de L1.00 a la tarifa de taxis y buses en general y un subsidio de L 1,000 mensuales para compra de carburante, lo que fue rechazado por la dirigencia del gremio.
Los dirigentes del ramo, tras la sesión, que se desarrolló en Copeco, de 1:30 pm a 8:20 pm, insistieron en que desisten de un aumento al pasaje, ya que solicitan una baja en el costo del galón de los carburantes.
“No queremos subsidio, se lo dijimos ayer (miércoles), lo que seguimos pidiendo es el descuento al combustible para la población en general, pero siguen en el proceso de que no hay forma de rebajar en bomba”, dijo el presidente del Consejo Nacional del Transporte, Marvin Galo.
Tras abandonar la pretensión de un ajuste tarifario, demandaron una reducción para toda la población de L23.00 en el valor del galón de los derivados del petróleo, pero ayer modificaron a L20.00 su reclamo de rebaja.
Madero les explicó que el Gobierno no está en la capacidad de hacer una rebaja significativa a los hidrocarburos.
Hoy, nuevo paro
Galo indicó que en vista de que sus peticiones no eran satisfechas decidieron levantarse de la mesa en la que dialogaron por casi siete horas para reunirse en otro lugar para esperar que el Gobierno mejore su oferta.
“Nos vamos, estamos esperando que ellos nos llamen, y si nos llaman bajo ese concepto (complacer sus reclamos), podríamos regresar, pero para mañana (hoy) está programada la movilización”, advirtió.
El subsidio fue rechazado porque anteriormente el Gobierno había entregado bonos, pero luego los suspende, explicó Galo.
Mientras se hacía la negociación, los transportistas llevaron a cabo, como medida de presión, un paro que causó enormes congestionamientos a nivel nacional.
La primera propuesta de los transportistas fue que se aumentara L6.70 para el pasaje del bus grande o amarillo para que el mismo quede en L10.70 y para el taxi reclamaban una nivelación de L5.00 y así el pago sea L18.00.
Malestar
Funcionarios del Gobierno señalaron que algunos transportistas están siguiendo una estrategia de maximizar el sufrimiento del pueblo.
“Ellos están usando la violencia para sacar a la gente de buses, cuya tarifa ya habían pagado, están negando a la gente sus posibilidades de trabajar y ganar sus ingresos y a los alumnos y maestros llegar a la escuela”.
Añadieron que los transportistas “están impidiendo que funcionen los mercados y el acceso a los alimentos y que la gente en condiciones de emergencia médica no pueda llegar a los hospitales y tampoco que se movilicen las ambulancias’.
Finalmente señalaron que “el objetivo de ellos (transportistas) es maximizar el sufrimiento de la gente para conseguir beneficios financieros personales que suman más de L30 millones anuales individualmente para cada uno.
“La exigencia de bajar el impuesto de combustible en beneficio del pueblo es una cortina de humo para esconder sus pretensiones reales y personales, porque esa eliminación del impuesto implicaría reducciones descabelladas en servicios públicos esenciales”, puntualizaron.
Los transportistas y el Gobierno no llegaron anoche a un acuerdo sobre la revisión de la tarifa y reducción del costo del combustible, por lo que hoy se realizará un nuevo paro en el transporte público.
El ministro del Trabajo, Carlos Madero, nombrado como nuevo mediador, propuso a los transportistas un alza de L1.00 a la tarifa de taxis y buses en general y un subsidio de L 1,000 mensuales para compra de carburante, lo que fue rechazado por la dirigencia del gremio.
Los dirigentes del ramo, tras la sesión, que se desarrolló en Copeco, de 1:30 pm a 8:20 pm, insistieron en que desisten de un aumento al pasaje, ya que solicitan una baja en el costo del galón de los carburantes.
“No queremos subsidio, se lo dijimos ayer (miércoles), lo que seguimos pidiendo es el descuento al combustible para la población en general, pero siguen en el proceso de que no hay forma de rebajar en bomba”, dijo el presidente del Consejo Nacional del Transporte, Marvin Galo.
Tras abandonar la pretensión de un ajuste tarifario, demandaron una reducción para toda la población de L23.00 en el valor del galón de los derivados del petróleo, pero ayer modificaron a L20.00 su reclamo de rebaja.
Madero les explicó que el Gobierno no está en la capacidad de hacer una rebaja significativa a los hidrocarburos.
| El ministro de Trabajo, Carlos Madero, lamentó no haber llegado ayer a un acuerdo con los transportistas.
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Galo indicó que en vista de que sus peticiones no eran satisfechas decidieron levantarse de la mesa en la que dialogaron por casi siete horas para reunirse en otro lugar para esperar que el Gobierno mejore su oferta.
“Nos vamos, estamos esperando que ellos nos llamen, y si nos llaman bajo ese concepto (complacer sus reclamos), podríamos regresar, pero para mañana (hoy) está programada la movilización”, advirtió.
El subsidio fue rechazado porque anteriormente el Gobierno había entregado bonos, pero luego los suspende, explicó Galo.
Mientras se hacía la negociación, los transportistas llevaron a cabo, como medida de presión, un paro que causó enormes congestionamientos a nivel nacional.
La primera propuesta de los transportistas fue que se aumentara L6.70 para el pasaje del bus grande o amarillo para que el mismo quede en L10.70 y para el taxi reclamaban una nivelación de L5.00 y así el pago sea L18.00.
El IHTT presentó a los transportistas, en reuniones del martes y miércoles, una oferta de alza a la tarifa con base en una fórmula que no satisfizo las demandas de los directivos de buses y taxis.
Madero dijo que la propuesta hecha a los transportistas es viable para bajar los costos de operación del sector, pero los dirigentes muestran “resistencia”.
| Transportistas dicen que seguirán dialogando.
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Funcionarios del Gobierno señalaron que algunos transportistas están siguiendo una estrategia de maximizar el sufrimiento del pueblo.
“Ellos están usando la violencia para sacar a la gente de buses, cuya tarifa ya habían pagado, están negando a la gente sus posibilidades de trabajar y ganar sus ingresos y a los alumnos y maestros llegar a la escuela”.
Añadieron que los transportistas “están impidiendo que funcionen los mercados y el acceso a los alimentos y que la gente en condiciones de emergencia médica no pueda llegar a los hospitales y tampoco que se movilicen las ambulancias’.
Finalmente señalaron que “el objetivo de ellos (transportistas) es maximizar el sufrimiento de la gente para conseguir beneficios financieros personales que suman más de L30 millones anuales individualmente para cada uno.
“La exigencia de bajar el impuesto de combustible en beneficio del pueblo es una cortina de humo para esconder sus pretensiones reales y personales, porque esa eliminación del impuesto implicaría reducciones descabelladas en servicios públicos esenciales”, puntualizaron.