El tránsito de Venus tuvo que recorrer frente al Sol. Se mostró como un pequeño lunar circular y oscuro; opacó levemente el color rojizo del astro rey que da calor al conjunto de ocho planetas del sistema solar.
Venus comenzó a interponerse entre la Tierra y el Sol a las 4:06 pm.
Ingresó por el lado superior izquierdo del Sol para luego tomar una ruta casi rectilínea y salir por el extremo superior derecho.
Fue un espectáculo que no solo los fanáticos de la astronomía disfrutaron. Tarda muchos años en ocurrir.
El Observatorio Astronómico Centroamericano de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras fue el centro de reunión de los aficionados a la astronomía y curiosos que querían ser testigos del evento.
Con telescopios semiprofesionales y cámaras de video y fotografía fuera del Observatorio contemplaron el fenómeno con una solemnidad poco usual en los hondureños.
María de Jesús Quiroz, jefa del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Facultad de Ciencias Espaciales de la Unah, dijo que el fenómeno fue lo que se esperaba, fue enriquecedor y permitió compartir información con otros centros de investigación astronómica del mundo.
San Pedro Sula
Los sampedranos no tuvieron la misma suerte que en otros puntos del país. Muchos niños y padres curiosos se acercaron al museo para disfrutar del espectáculo natural que ofrecía el cielo, aunque las condiciones climáticas impidieron apreciar el fenómeno con instrumentos.
En el Museo del Niño de la capital industrial se pudo observar el recorrido del planeta en vivo por medio de una pantalla con conexión a Internet. El público tuvo la posibilidad de despejar todas las dudas, mientras Christian Pineda, experto en astronomía, relataba lo que acontecía minuto a minuto. Este fenómeno se presenta en intervalos de distintos períodos de tiempo.
El anterior se presentó en 2004, el próximo será en 2117 y luego nuevamente ocho años más tarde. Cada cruce de Venus sucede con un intervalo de ocho años y otro de 105 años. Pineda dijo que tener la oportunidad de ver este fenómeno es un privilegio, “en el siglo XX no se presentó el fenómeno ni una sola vez. Grandes astrónomos como Carl Sagan, que eran tan enamorados de Venus, nunca lo pudieron ver. Es un evento único. Somos privilegiados”. El tránsito duró casi siete horas y despertó las expectativas de todo el mundo.
