Tegucigalpa, Honduras.
El tatuaje que ha representado para las maras o pandillas un símbolo de pertenencia, ahora se modificó y pasó de ser “visible” a “invisible”. Los llaman ahora los tatuajes post 3-32, en alusión al artículo 3-32 de la Ley Antimaras, que fue aprobada en Honduras en el año 2003.
Esa demostración de afiliación es vigente para los miembros de esas agrupaciones; pero ahora se hace de forma voluntaria y en zonas íntimas. “No es que el uso de tatuajes en los mareros o pandilleros se ha reducido, es que ahora estas estructuras criminales buscan hacérselos en zonas no visibles. Cada tatuaje es ganado, no es un antojo de sus integrantes, pero ahora es voluntario” informó Gustavo Sánchez Velásquez, sociólogo experto en el tema.
Los tatuajes
La manifestación de afiliación de algunos miembros, el lenguaje secreto que ahora es opcional para los miembros de las maras o pandillas, representa el sello que los hace orgullosos de su grupo y buscan portarla en sus cuerpos. La Policía Nacional, a través de la unidad especializada que investiga la forma de operar de la MS y la pandilla 18, ha identificado que ahora esas marcas son tatuadas en partes íntimas de los miembros de esas estructuras.
“La modalidad ahora es tatuarse en el caso de los hombres en la zona del pene, en la parte baja del escroto, en las mujeres esa marca la realizan en los labios de la vulva. Pero además, los tatuajes son colocados en medio de los dedos del pie, en los labios y en el paladar”, explicó uno de los investigadores de la Policía.
Son los “soldados, los palabreros, los viejos”, los que iniciaron la mara o la pandilla y los que, según la Policía, continúan portando los antiguos tatuajes que los marcó como parte de la MS o la 18.
Patrón criminal
Pero el estudio de los investigadores policiales también les ha llevado a identificar cómo operan estas estructuras, por ejemplo, cuando realizan una “pegada” (asesinatos), hay indicios que les dice a los investigadores si en esa escena operó la MS o la 18.
“Hay un patrón criminal establecido, por ejemplo, si es la MS la que operó, destaca que son más selectivos en sus objetivos, se dirigen hacia la persona de su interés y la eliminan.
Contrario a lo que hace la 18, cuyos miembros manejan poca información de la persona objetivo. A ellos no les interesa cuántos matan, cuántos asesinan, su interés es eliminar a la persona que buscan sin importar si mueren inocentes”, relató.
En el segundo semestre de 2016 aseguró la Policía que los patrones de operar de la pandilla 18 se modifican. Están corrigiendo e imitando el operar para que su actividad en algún caso pueda adjudicársele a la MS, o simplemente buscan ser más limpios a la hora de atacar.
“Buscan distraernos a las autoridades, ha habido casos, por ejemplo, en San Pedro Sula, donde los que han ejecutado las acciones son MS y se encuentran evidencias en territorio que es de la pandilla 18. Con eso nos distraen y culpan a la otra agrupación”, explicó el policía.
Hay muchas características que según las autoridades policiales están llevando a estas dos agrupaciones a efectuar cambios, cada día quieren ser menos visibles y buscan nuevas formas que hagan menos probable que sean identificados.
El tatuaje que ha representado para las maras o pandillas un símbolo de pertenencia, ahora se modificó y pasó de ser “visible” a “invisible”. Los llaman ahora los tatuajes post 3-32, en alusión al artículo 3-32 de la Ley Antimaras, que fue aprobada en Honduras en el año 2003.
Esa demostración de afiliación es vigente para los miembros de esas agrupaciones; pero ahora se hace de forma voluntaria y en zonas íntimas. “No es que el uso de tatuajes en los mareros o pandilleros se ha reducido, es que ahora estas estructuras criminales buscan hacérselos en zonas no visibles. Cada tatuaje es ganado, no es un antojo de sus integrantes, pero ahora es voluntario” informó Gustavo Sánchez Velásquez, sociólogo experto en el tema.
| Generaciones
Autoridades determinan que en Honduras son tres las generaciones de antisociales que hay en el país.
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La manifestación de afiliación de algunos miembros, el lenguaje secreto que ahora es opcional para los miembros de las maras o pandillas, representa el sello que los hace orgullosos de su grupo y buscan portarla en sus cuerpos. La Policía Nacional, a través de la unidad especializada que investiga la forma de operar de la MS y la pandilla 18, ha identificado que ahora esas marcas son tatuadas en partes íntimas de los miembros de esas estructuras.
“La modalidad ahora es tatuarse en el caso de los hombres en la zona del pene, en la parte baja del escroto, en las mujeres esa marca la realizan en los labios de la vulva. Pero además, los tatuajes son colocados en medio de los dedos del pie, en los labios y en el paladar”, explicó uno de los investigadores de la Policía.
| 18
Pandilleros fugados
Es el reporte de mayo del 2017, informaron autoridades de la Penitenciaría Marco Aurelio Soto.
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Patrón criminal
Pero el estudio de los investigadores policiales también les ha llevado a identificar cómo operan estas estructuras, por ejemplo, cuando realizan una “pegada” (asesinatos), hay indicios que les dice a los investigadores si en esa escena operó la MS o la 18.
“Hay un patrón criminal establecido, por ejemplo, si es la MS la que operó, destaca que son más selectivos en sus objetivos, se dirigen hacia la persona de su interés y la eliminan.
| Integrantes
La Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), en 2015, identificó que en Honduras había al menos 36,000 miembros de maras o pandillas. Esta cifra según la Policía se ha incrementado.
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En el segundo semestre de 2016 aseguró la Policía que los patrones de operar de la pandilla 18 se modifican. Están corrigiendo e imitando el operar para que su actividad en algún caso pueda adjudicársele a la MS, o simplemente buscan ser más limpios a la hora de atacar.
“Buscan distraernos a las autoridades, ha habido casos, por ejemplo, en San Pedro Sula, donde los que han ejecutado las acciones son MS y se encuentran evidencias en territorio que es de la pandilla 18. Con eso nos distraen y culpan a la otra agrupación”, explicó el policía.
Hay muchas características que según las autoridades policiales están llevando a estas dos agrupaciones a efectuar cambios, cada día quieren ser menos visibles y buscan nuevas formas que hagan menos probable que sean identificados.