El nombramiento de Ricardo Álvarez como designado presidencial, de la candidatura de Juan Hernández, sufrió ayer un pequeño problema.
El Comité Central del Partido Nacional se reunió de emergencia para buscar el sustituto de Alden Rivera, este puso su renuncia (como designado de Hernández) ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el pasado viernes.
Sin embargo, no hubo consenso en torno a que Álvarez fuera el ungido, aunque se espera que Hernández lo ratifique en las próximas horas.
En medio de la reunión, a puertas cerradas, surgieron otras propuestas, lo que al final de cuentas impidió una votación unánime a favor del alcalde capitalino, Ricardo Álvarez.
Simpatizantes de otras corrientes que participaron en las elecciones internas del Partido Nacional propusieron a otros candidatos; entre ellos estaban Miguel Rodrigo Pastor, María Antonieta Guillén y hasta Eva Fernández. Sus seguidores argumentaron que “la unidad del partido no se logrará con imposiciones”. Otros alegaron que la designación de Álvarez “es lo mejor para el partido”.
Hay que recordar que el precandidato Miguel Pastor aún no sella la unidad con Juan Hernández. Juan Orlando afirma que va a ganar las elecciones generales con 1.5 millones de adeptos.
Hernández definirá
Luego de casi dos horas de reunión, los miembros del Comité Central definieron que sea el candidato del partido quien designe el sustituto de Rivera, el que actualmente ocupa el cargo de secretario del Partido Nacional.
El secretario general del Comité Central, Reinaldo Sánchez, dijo que en la reunión se le aceptó la renuncia a Rivera y que Juan Hernández será quien nombre a su nuevo compañero de fórmula. Hernández estaría anunciando su decisión en las próximas horas (posiblemente hoy en la Marcha de la Verdad), sobre todo porque ya habría un acuerdo para que Álvarez asumiera ese cargo.
La decisión de Alden Rivera ha sido también cuestionada por algunos líderes, pues a pesar de haber recibido el apoyo del pueblo nacionalista deja su cargo por negociaciones internas de su partido.
En la carta de renuncia que Rivera envió al TSE dice: “Mis funciones decretadas a lo ejecutivo suponen grandes responsabilidades con mi partido y con mi patria y ante estos momentos históricos en los cuales, bajo la bandera de la mentira y la demagogia, malos hondureños pretenden destruir nuestra democracia, es necesario tomar decisiones que fortalezcan la unidad de mi partido y que nos garanticen que bajo el liderazgo de Juan Orlando Hernández Alvarado se puedan lograr los grandes cambios que necesita Honduras. Los momentos que se avecinan requieren de nuestra lealtad hacia la patria y de desprendimiento de intereses particulares”, subraya la misiva.